24 abr 2009

Por qué se dice que la lactancia materna es a demanda (II)



Siguiendo con el tema iniciado la semana pasada para entender por qué la lactancia materna debe ser a demanda explicaremos hoy otros conceptos y teorías que se explicaban hace tiempo (y que por desgracia aún se explican en algunos sitios) que han quedado desfasadas.

¿Por qué eliminar la regla de los 10 minutos en cada pecho?

Hace tiempo se decía que, además de dar el pecho cada tres horas, las tomas debían estar limitadas en cada pecho aduciendo a que pasados diez minutos ya no aprovechan lo que comen y a que se corre el peligro de que se produzcan grietas.

Incluso existe una teoría que dice que tras diez minutos la leche se ha acabado y el bebé sólo traga aire.

Teniendo en cuenta que los bebés sellan sus labios con el pecho materno sin dejar fisuras por las que pueda entrar aire la única fuente de aire posible sería el mismo pecho. Como no hay mujer en el mundo que tenga aire en los pechos esta teoría es poco válida.

Sobre las grietas, hay que tener en cuenta que los pezones están preparados para la lactancia. No es cierto que por mamar a menudo, ni por hacer tomas largas, tengan que aparecer grietas. Las grietas se deben a una mala posición.

En relación al aprovechamiento o no tras los diez minutos, se descubrió que la composición de la leche es diferente durante una misma toma.

La leche del principio de la toma es más aguada pero contiene la mayor parte de las proteínas y azúcares. La del final de la toma es menos abundante y más densa pues tiene un mayor contenido en grasa y vitaminas, es decir, tiene más calorías.

Algunos bebés son capaces de acabar una toma en diez minutos y esta regla no tendría repercusiones en su alimentación, sin embargo, otros tardan más en hacer la toma completa y limitar el tiempo a diez minutos podría suponer detener la toma cuando van a iniciar la ingesta de la parte más grasa.

Si en ese momento se cambia de pecho el bebé iniciará una nueva toma en el otro pecho volviendo a tomar la leche del principio y llenando así su estómago sin acabar de saciarse.

Lo explico mejor con un ejemplo:


Tenemos para comer dos platos de sopa de letras, con caldo y con las letras de pasta al fondo.
Comenzamos el primer plato tomándonos el caldo y algunas letras. Poco a poco vamos cogiendo cada vez más letras.

Pasados unos diez minutos, cuando ya estamos apunto de acabar la mezcla caldo-letras y estamos a punto de comer sólo letras (que nos aportarán las máximas calorías) alguien nos retira el plato y nos lo cambia por el otro plato de sopa sin comenzar.

Como tenemos hambre volvemos a tomar el caldo con algunas letras que flotan.
Pasados unos minutos debemos detenernos porque nuestro estómago está lleno de caldo con algunas letras y no nos cabe más alimento. Sin embargo, pasada una hora, necesitamos volver a comer, porque pese a haber llenado el estómago, no hemos ingerido las calorías que necesitábamos y volvemos a tener hambre.

Por esta razón es por la que se deja que los bebés mamen de un pecho hasta que acaben. Son ellos los únicos que saben cuándo llega ese momento y nos lo harán saber al retirarse del pecho con cara de “uff, qué bien me he quedado, ahora a descansar”.

¿Hay que darle de un pecho o de los dos?

Pues siguiendo con la tónica general, depende de lo que quiera el bebé, a demanda.

Algunos niños tienen suficiente con tomar un pecho, y otros niños necesitan, además de acabar el primero, tomar un poco del segundo.

Si con un pecho tienen suficiente, en la siguiente toma deben tomar del otro. Si en cambio tras acabar una toma en un pecho toman un poco de otro, en la siguiente toma deberán mamar del que no han "acabado" (entrecomillo porque realmente la leche no se acaba, pues la producción es continua y a veces los que acaban son los bebés, dejando leche en el pecho).

Esta regla deja de seguirse si, a pesar de haber mamado de un pecho, en la siguiente toma ese mismo pecho está más "cargado" que el otro. En tal caso es mejor que tome de ese pecho para vaciarlo un poco y evitar ingurgitaciones que puedan derivar en mastitis.

En unos días seguimos con el tema (como veis da para mucho), profundizando un poco más en los cambios que se producen en la leche y en cómo los bebés, auténticos ingenieros culinarios, controlan esos cambios.

Fotos | Flickr, Flickr (maessive)

Publicado originalmente en Bebés y más.

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