18 abr 2009

Microquimerismo fetal: ¿un increíble fenómeno de la naturaleza?



Los avances de la investigación son tales que a menudo aparecen nuevas informaciones que nos asombran y nos hacen pensar en lo ilimitado que puede llegar a ser el poder de la naturaleza.

La gestación es un momento de simbiosis entre dos vidas. Durante esos nueve meses, además de todos los fenómenos que ya conocemos, sucede el denominado microquimerismo fetal.

Se trata de un intercambio de células entre madre e hijo que hace que algunas células madre pluripotenciales (pueden transformarse en cualquier tipo de célula) de la sangre del feto y la placenta pasen a la circulación de la madre y algunas células de la madre pasen a la circulación del feto.

El efecto de este fenómeno, que aún debe ser estudiado en profundidad, parece ser doble. Por un lado parece producirse un efecto preventivo al aportar células que puedan ser utilizadas en el futuro como cura a posibles enfermedades, pero por otro lado hay casos en que podrían ser el origen de determinadas enfermedades.

Las células del feto que pasan a la madre tienen una gran capacidad de renovación y colaboran con las células madre adultas en la función regenerativa del cuerpo de la mujer.

Existen datos de la participación de estas células en la reparación del corazón de madres que padecían cardiopatías. Al analizar esas células del corazón se observó que contenían el cromosoma Y, exclusivo del varón, y por lo tanto eran células que provenían del embarazo previo de un niño.

Sucesos como este se han documentado en órganos como el hígado, el riñón e incluso el cerebro en mujeres que tenían estos órganos dañados previamente.

Los beneficios del microquimerismo fetal son mutuos, ya que se ha observado que células que pasan de la madre al hijo tratan de reparar tejido dañado en los niños diabéticos.

Sin embargo parece que no todo son beneficios y parece ser que en algunos casos algunas células del feto que han pasado a la madre identifican las células maternas como “extrañas” y las atacan produciendo enfermedades autoinmunes.

De hecho se ha asociado el microquimerismo fetal a enfermedades propias del embarazo como la preeclampsia y la erupción polimórfica.

En un estudio a mujeres con preeclampsia se observó que tenían aproximadamente 1 célula fetal por cada 1.000 células en la circulación materna, mientras que en las mujeres embarazadas sanas, la proporción era sólo de 1 por millón.

Sin duda, y a pesar de tratarse de un arma de doble filo, el microquimerismo fetal es un fenómeno de la naturaleza cuanto menos sorprendente. Cada año aparecen nuevos estudios al respecto, ya que la posibilidad de que los beneficios de un embarazo en el bebé y en la madre perduren en el tiempo es un terreno poco explorado que pueda aportar información muy valiosa.

Personalmente, quedo a la expectativa de obtener más datos sobre este tema que me ha parecido apasionante.

- Más información: Consumer, Células madre y vínculo de apego en el cerebro de la mujer (Universidad de Navarra) (pág. 9)
- Imagen: Estudios de embriones de Leonardo da Vinci

Publicado originalmente enBebés y más.

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