13 abr 2009

¿Cuándo deben empezar a estudiar inglés los niños?



De un tiempo a esta parte la mayor parte de los padres están solicitando que sus hijos aprendan inglés desde una edad temprana en los centros escolares.

El motivo debe ser (creo yo) el ofrecer a los pequeños la oportunidad de aprender un idioma que la mayoría de adultos desconocemos y que supondría un plus a la hora de comunicarnos con otras poblaciones y de entendernos en un mundo cada vez más global.

Por todos es sabido que los niños tienen una capacidad de aprendizaje asombrosa y es por eso que se está adelantando la edad en que reciben clases de inglés. Sin embargo cabe hacernos las siguientes preguntas: ¿Es esto adecuado?, ¿Cuándo deben empezar a estudiar inglés los niños?

La Unión Europea considera que aprender idiomas a una edad temprana puede ser muy beneficioso para los niños. En un estudio presentado en el 2006 concluyeron que al aprender nuevos idiomas desarrollan su competencia lingüística, asimilan mejor todas las lenguas (incluida la materna) y conocen otras culturas y modos de pensar que pueden ayudar en su desarrollo general.

El conocimiento de otros idiomas, y en particular del inglés, permite a las personas comunicarse con otras gentes y obtener información que hasta ahora ha estado “vetada” para los españoles, simplemente, porque desconocemos la lengua.

Un niño puede aprender sin problemas una segunda (o tercera) lengua desde pequeñito y, aunque suelen tener más problemas para iniciar el habla, pronto diversifican las palabras según la lengua que estén hablando.

Ahora bien, un niño puede aprender inglés de forma natural si tiene esa lengua como un idioma familiar (que lo hable el padre o la madre), si vive en un país donde hablen el idioma durante un par de años o más, si es cuidado por una canguro que habla inglés durante varias horas al día o si asiste a un colegio en que se impartan gran cantidad de materias (por no decir la mayoría) en esta lengua.

En cambio, un niño progresa muy despacio con el modelo de enseñanza actual en que los niños reciben una o dos clases de inglés por semana.

La misma UE, en el estudio que comento, afirma que “la evidencia sugiere que para el aprendizaje temprano, para que sea adecuado, no puede dejarse solamente en manos de los profesores y las escuelas”.

Os cuento una vivencia personal: En una visita a un colegio hace unas semanas en que los niños iniciaban las clases de inglés a los 4 años, una madre se quejó al director de la escuela de que no empezaran a los 3 años, pues su hija iba a perder la continuidad de las clases de inglés que había iniciado en la guardería.

El director respondió que la realidad es que este año empezaban inglés a esa edad por petición de los padres (antes empezaban en primaria), pero no porque aprendieran realmente demasiado.

En un estudio publicado hace dos años y realizado por la Universitat de Barcelona valoraron el nivel de inglés alcanzado en niños que habían iniciado las clases a los ocho años y en niños que habían empezado a los once años. El resultado fue que los de once años tenían un mayor nivel tanto en escritura como en conversación.

La directora del estudio concluyó que “en condiciones de inmersión los niños pequeños son como las esponjas, que absorben la lengua a su alrededor. Pero en condiciones de aprendizaje escolar su contacto con la lengua es tan reducido que no pueden absorberla”.

Resumiendo: aprender inglés es beneficioso para el léxico general de los niños, ayuda al conocimiento de otras culturas y permite entender la información que nos llega desde la mayor parte de rincones del mundo, cuanto antes se empiece, mejor. Sin embargo para aprenderlo se necesita vivir con el inglés, como si fuera un idioma más con el que comunicarse.

Las clases semanales que tanto están solicitando los padres y que tanto publicitan algunas escuelas no son el método adecuado para aprender inglés.

Personalmente no veo ningún problema en que los niños pequeños hagan inglés si estas clases son divertidas y las hacen jugando, pero si no son así casi preferiría (yo, personalmente) que aprovecharan sus altas capacidades de aprendizaje para jugar (y aprender jugando).

Publicado originalmente en Bebés y más

5 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

puff se me fué la ortografía, edito para corregir :)

yo creo que últimamente no hemos estado ensenyando con Amor sino con miedo y con miedo no es divertido, creo que si lo hacemos divertido todo se vuelve adecuado.

saludos!

Cris dijo...

Pues tienes toda la razón. Yo me di cuenta de eso estando en Dinamarca, donde todo el mundo puede hablar en inglés ya sea en mejor o peor nivel. Los ninyos ven la mayoría de los dibujos animanos en inglés y casi toda la telivisión es en inglés (no utilizan en doblaje, solo en algunos dibujos y series infantiles) Eso ya de por sí te hace mucho el oido al inglés. Luego empiezan con las clases de inglés en el colegio a esa edad que comentas tu, sobre los ocho o los nueve anyos y a partir de ahí va a velocidad del rayo. Creo que esas clases para los críos de tres anyos donde una profesora con acentazo espanyolazo les dice: a veeeer que color es este? Blue! muy bieeeeen! Pues no creo que sirva para más que para almacenar un poquito de vocabulario y ya está, pero al final no se habla hasta que no te metas canya estudiando cuando eres más mayor.

Armandilio dijo...

Jajaja, lo que me he reído con el Blueee!!! Muy bien!!!

Anónimo dijo...

Creo que hasta ahora se ha hecho lo que se ha podido :). Lo interesante Aquí es lo que Nosotr@s vamos a hacer/estamos haciendo Ahora por/en nombre de nuestr@s hij@s.

Yo apuesto por transmitir cositas varias (ingles, frances...) con Amor, pero sobre todo, cuidar que no olviden Lo que ya saben.

un abrazo!