18 abr 2009

Las vacunas, cómo evitar el dolor y mi diálogo con la "profe"



¿Recordáis que os conté que estoy haciendo un postgrado de pediatría?

Bien, pues algunas clases han dado bastante que hablar entre las compañeras y una de ellas fue una que nos dieron sobre vacunas y quiero hablar de ella.

Según la profe hay dos corrientes al respecto del dolor en los bebés y niños ante una vacunación. Unos autores están de acuerdo en evitar el dolor y otros comentan que las vacunas son así, que duelen y que lo tienen que vivir o incluso que no deben dolerles tanto como se cree.

Posibles técnicas para evitar el dolor ante una administración vacunal serían:

Tratamiento con anestésicos tópicos

La mezcla eutética de crema anestésica (EMLA) aplicada bajo un apósito oclusivo logra analgesia durante la inyección y durante 24 horas después.

Debe aplicarse más o menos una hora y media antes de la administración de la vacuna aplicando un poco de crema en la zona y tapándola con un apósito (gasas y esparadrapo) que se retirará antes de aplicar la inyección (o antes de entrar a la consulta). Existen parches ya preparados cuya pauta de administración es idéntica, es decir, colocar el parche una hora y media antes y retirarlo al ir a administrar la vacuna.

Ante las vacunas de virus vivos (triple vírica, gripe, varicela) cuya administración es subcutánea se sospecha que pueda producir un descenso de la inmunidad de la vacuna, sin embargo en los ensayos efectuados al respecto no se ha demostrado tal sospecha.

Tratamiento con analgésicos orales

La administración de paracetamol o de ibuprofeno antes de la vacunación también disminuye el dolor de las vacunas. Para que sea efectivo deben haber pasado unas 6 horas y continuar con la administración del mismo durante 24 horas.

Tratamientos no farmacológicos

La presión local sobre la zona a pinchar durante unos 10 segundos antes del pinchazo disminuye levemente el dolor. Una cucharada de azúcar antes de la administración también puede disminuir las molestias.

Pinchar a los niños estando en brazos de sus padres o incluso, si toman pecho, mientras son amamantados son buenos sistemas para que el niño esté más relajado y sienta menos dolor.

En niños de mayor edad son eficaces técnicas de respiración y distracción como "alejar el dolor soplando", utilizar sopladores festivos (alias "matasuegras" - ¿por qué se llamarán así?), hacer burbujas de jabón, leer libros, cantar alguna canción o usar música.



Ahora, situándoos en mi vivencia personal de esa clase, os relato a modo de diálogo mi intervención en clase:

- Yo he leído estudios en que aseguran que si los niños están en brazos de sus padres o siendo amamantados si son niños que toman el pecho tienen menos dolor (ella no lo había explicado en la clase y yo a los niños les pincho, si es posible, de esta manera).
- Sí, sí, por supuesto. Es verdad, son medidas adecuadas. De todas maneras se cree que tampoco les duele tanto y, la verdad, los niños viven muchas experiencias dolorosas en la infancia. Se caen, se dan golpes, lloran, etc.
- Ya, claro, pero si al menos esto se lo puedes evitar...
- Claro, pero los niños durante la vida van a tener muchas experiencias dolorosas, no les podemos sobreproteger tanto.
- Ya, siempre no, pero si se puede evitar...

Y aquí han ido apareciendo voces en favor de la profe... Uops! me he perdido, he pensado. Quizá esta gente se saca las muelas sin anestesia, quizá dejan la puerta de casa abierta porque total, hoy en día te roba telefónica, hacienda y hasta el panadero que te cobra casi 1 euro por la barra cuando en el Mercadona te vale la mitad, ¿por qué cerrarla si te van a robar muchas veces en la vida?, quizá piensan que hacerse daño con algo te hace una persona más entera, más fuerte o con mayor personalidad o autoestima.

No, más bien me parece que la profesión de enfermería, esa que lucha por diferenciarse del mundo sanitario mostrando unos altos niveles de empatía tiene menos empatía que un zapato viejo.

A mí, persona adulta con capacidad de razonar, no me importa ponerme una vacuna, no me da miedo y accedo voluntariamente si la necesito. Hay niños que lloran porque sienten verdadero pavor. Creer que ellos lo viven igual que nosotros es no ponernos en su lugar y es no tratar de entender lo que sienten.

Veamos por ejemplo al niño de la foto de arriba. Me intento poner en su lugar imaginando qué siente. Como persona adulta intento buscar una vivencia que haría que yo me sintiera como él.

¡Ya la tengo! Si alguien viniera con una sierra eléctrica en funcionamiento dispuesto a cortarme el brazo creo que pondría la misma cara que este niño. Pues poniéndome en esa situación:

- Por favor, ¡que no me corte el brazo!
- No, Armando, es que te lo tiene que cortar, todos tus compañeros se lo han cortado ya y a ti también te lo tienen que cortar.
- Pues jope (por no decir...), ¡al menos que me duermaaaaa!

Una pena, porque tanto la profe como las alumnas que estaban de acuerdo con ella son enfermeras que trabajan en pediatría y que van a pinchar a muchos niños en su vida.

Luego se extrañan de que los niños entren llorando como magdalenas (o pataleando como bestias) cuando entran a la consulta. Y aún hay alguna que tiene la genial idea de decirle al niño: "si no dejas de llorar tus padres saldrán fuera hasta que te calmes", maravillosa manera de jugar con el miedo de un niño para conseguir un propósito. En fin...

Sobre los tratamientos, por si a alguien le interesa mi opinión, voto por el uso de la crema anestésica tópica (EMLA) en los niños pequeñitos e incluso en los más mayores, digamos hasta los 6 años si es que les da miedo la administración (no vuelve a haber vacunas hasta los 12 años). Sobre la medicación oral pienso que cuanto menos tomen los niños, mejor, por eso prefiero la crema, pero vamos, que tampoco sería delito.

Además de la crema o la analgesia intentaría siempre medidas que les calme o distraiga. Tenerlos en brazos, mecerlos, darles palmaditas en otra zona del cuerpo y en los mayores, jugar con ellos como he indicado en el otro post (soplar, música, etc.).

Hay enfermeros/as que no quieren pinchar al niño en los brazos de su madre aduciendo a que es mejor pincharle en la camilla (incluso diciendo que hay estudios que dicen que en la camilla es mejor porque bla, bla, bla). La razón suele ser 'que no les da la gana', lo puedo decir más alto, pero no más claro.

Sí, en la vida se van a dar muchos golpes, se van a hacer daño muchas veces y van a llorar cuando les duela algo o sientan miedo pero no puedo aceptar, por respeto a los niños, que son tan persona como yo, dejar que sufran o sientan dolor si podemos evitarlo.

Actualización: Desde que escribiera este post en Bebés y más allá por noviembre he leído algún estudio sobre el manejo del dolor y parece ser que lo más efectivo es la succión durante la prueba (pecho o chupete) y, si es con chupete, que haya tomado antes de entrar un poco de sacarosa (si es con el pecho, pues que tome un poco de pecho antes y durante).

Hay profesionales (y madres) que temen que si el niño toma el pecho durante el pinchazo, asocien el pecho al dolor y luego no quiera mamar.

Desconozco si esto sucede así, pero por esta regla de tres deberían asociar también el estar con la madre, el color de la camiseta que lleva su madre, el tipo de luz de la consulta, el color del techo,...

No sé si me explico... parece ser que cuando se da el pecho los peligros son enormes (nadie dice a una madre que le quite el chupete para vacunarle por si asocia el chupete con el dolor y luego no lo quiere).

Publicado originalmente en Bebés y más

11 comentarios:

Lidia dijo...

Ya recordaras mi experiencia y la falta de comprensión que tuvimos que soportar.... Además del sermón de "hacienso este tipo de cosas puedes inocular la vacuna, es peor el remedio que la enfermedad o ¿quien me dices que te ha recomendado esto?...
Ojala hubiera más profesionales humanos, así como tú.
Un beso.

Anónimo dijo...

Hola Armandilio,

Suelo leer tu blog aunque nunca haya comentado nada.

Cuando tenía 10 meses de edad padecí cáncer. Ello supuso un calvario de médicos toda mi vida (cuando la cosa se relajó descubrieron que provenía de un problema genético y el "The End" tan esperado se convirtió en un "Continuará").

Simplemente quería decirte que OJALÁ hubiese encontrado un solo enfermero como tú, con tan solo uno me hubiese conformado. Mis recuerdos están plagados de gritos, insultos y ver como sacaban a mi madre de la habitación y me ataban con vendas a la camilla.

Mi madre siempre cuenta que cuando tenía 13 meses me estaban haciendo análisis diarios. Me habían pinchado tanto que no tenía ni una venita virgen. El caso es un día tan pronto ví al enfermero me puse a llorar y el muy **** **** se puso a gritarle a mi madre que yo era una niña insoportable y mimada, que ya podía sentirse orgullosa de la educación que me estaba dando, que gracias a mí su jornada laboral era un calvario.

Y como ese, a lo largo de mis "veintilargos" me he encontrado cientos y cientos. Por suerte desde que estoy en adultos me han tocado algunos enfermeros que entienden que el paciente es una persona enferma y no alguien ocioso que va a al hospital a dar la lata. Peo que irónico que en la sección de niños, que se supone debería estar la gente más sensible y paciente, me hayan tocado auténticas ratas de cloaca.

Bueno, en definitiva, quería felicitarte y desearte que no cambies. Eres un PROFESIONAL con mayúsculas. Deberías darle clases tú a la profesora, por lo menos de humanidad

Armandilio dijo...

Lidia, por supuesto que la recuerdo... en fin...

Mírate la actualización que acabo de escribir. No es que la crema o los parches vayan mal, pero parece ser que la succión va mejor.

Anónimo: Gracias por comentar y todo mi apoyo para lo que estés viviendo y un abrazo para todo lo que ya has vivido.

Mi mujer me lo dice a menudo "hasta en el veterinario tratan mejor a los perros que a los niños".

Siento que hayas tenido que pasar por semejantes torturas psicológicas.

Anónimo dijo...

Hola Armando,
yo también soy enfermera y comparto contigo muchas de tus opiniones. Incluso tenemos las mismas peleas en el office con el resto de compañeros anti crianza natural (la mayoría).

Déjame esta vez aconsejarte que la EMLA la apliques y la ocluyas con un adhesivo transparente (vale papel film doméstico). Si la tapas con gasa ésta la absorve y te quedas con menos cantidad en contacto con piel. Yo la compro de mi bolsillo (no me la suministran) y siempre la utilizo hasta para canalización de vías. De todas me gustaría ver bibliografia al respecto, si la tuvieses. Mi correo es noesantana5@hotmail.com

Muchas gracias. Te leo habitualmente, felicidades por el blog.

Saludos

Vanesa dijo...

Es un tema interesante, y no veas como se nota cuando al niño lo pincha un enfermero u otro. En sus casi 2 añitos en el mismo ambulatorio nos hemos encontrado con enfermer@s completamente distintos, por suerte siempre el mismo pediatra, que lo trata estupendamente y lo calma muchisimo, y el mejor un enfermero que, sin administrarle nada para el dolor, lo entretenia, le cantaba y el niño casi ni entero de la vacuna, sin embargo una vez nos toco una que le clavaba la aguja sin miramiento, me entraron unas ganas de clavarsela yo a ella uffff q mahe!! Y es todo x lo q tu dices, falta de empatia....

Armandilio dijo...

Pues gracias enfermera anónima por la recomendación, sobre lo que me pides tienes muchos estudios aquí: http://www.quenoosseparen.info/articulos/documentacion/basedatos.php (vas bajando hasta que llegas a la parte que habla del dolor).

En castellano he encontrado googleando:
- http://www.medigraphic.com/pdfs/pediat/sp-2007/sp075f.pdf
- http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobtable=MungoBlobs&blobcol=urldata&blobkey=id&blobwhere=1158633247532&ssbinary=true&blobheader=application/pdf
- http://www.who.int/rhl/newborn/reviews/cd004950/es/index.html

Un saludo!

Ana dijo...

Yo vivo en UK y aqui las vacunas siempre se administran con el ninyo encima de la madre, sentado sobre las rodillas, de lado. Si mama pues cogido al pecho, si no recomiendan succion o distraccion.

Otras exploraciones (de oidos, de garganta...) tambien se hacen asi y me sorprendio mucho que no me dejaran cogerlo cuando visite al pediatra en Espanya, ni para las vacunas, ni para la exploracion, lo tuve que poner en la camilla, la enfermera dijo que era mejor asi.

Al ninyo desde luego, le gusto menos. Yo pense que el contacto corporal de la otra posicion le ayudaba a calmarse.

Anónimo dijo...

Armando donde atiendes q llevaré a mi niño para q le vacunes...digo esto,porq ahora leyendo este post he visto las similitudes con las visitas de mi peque a su enfermera..que la ultima vez hace medio año mas o menos,salimos echos trizas los dos(mi peque por el mal rato del pinchazo-"se van tus padres fuera"..y yo, q soy "una madre sobreprotectora,malcriadora,etc) que me gustaria saber si es de "manual" esto que hace la enfermera del pediatra? eso de decirme q con 2 años debe dormir solo en su cama, q ya no debe usar pañal,q el biberon ya no está permitido, q el chupete ni verlo, q si llora porq le va a poner la vacuna es porq es un malcriado, (q no se deja ni pesar del miedo q le tiene)..q NECESITA ir a la guarderia...q ESPERA q a los 3 años cuando tenga la proxima revision este ya "mejor" ( de actitud,porq no creo q este enfermo)
Me pregunto si eso es lo normal?
Vos como enfermero de pediatria que me recomiendas? he querido cambiar de enfermera(lo q conlleva cambiar de medico, q por cierto es del mismo plan) pero me han dicho q no se puede q ya estan completos (los demas medicos)

Alicia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Armandilio dijo...

Pues no lo sé... para mi gusto esa enfermera se extralimita en sus funciones preguntando cosas que no le atañen y dando su opinión sin que nadie se la haya pedido...

Yo trataría de cambiarme, sin duda. Si no puede ser, le podrías poner una reclamación o mejor, hacer una carta de agradecimiento falsa, como dice Carlos González en uno de sus libros, agradeciendo todo aquello que no hace: gracias por tratar tan bien a mi hijo, por entender que llore tanto asustado porque con 2 años no sabe lo que le va a pasar, por entender el modo en que educo a mi hijo, sin llevarlo a la guardería, etc. y darlo a la atención de la directora del centro (o director).

Así acudirá a ella felicitándole por todo lo que hace (que ella se dará cuenta que no hace).

Más no se me ocurre... o eso o le metes un corte en la siguiente visita diciéndole lo que piensas.

Anónimo dijo...

Hola Armando! gracias por contestar, me parece q le diré lo q pienso, no lo hacía porq pensaba q era "normal" q me lo dijera... pero bueh a ver q pasa..
Bueno,y no queriendo importunar, cuando sacas un libro? seria genial sobretodo para padres q, como mi marido,me dice cosas como "ya está grande para estar en tus brazos..."
saludos y enhorabuena por tu labor!