¿Qué está pasando?

Este es uno de esos posts que cuesta escribir, en parte, porque es reflexionar sobre nuestra propia existencia y sobre nuestra poquita cabeza en la vida, sobre cómo nos manipulan, sobre cómo nos dejamos manipular, sobre cómo creemos que somos dueños de nuestras vidas y de nuestros destinos cuando en realidad somos unos desgraciados en potencia, hipotecados hasta las cejas y estafados a diario para decir por la noche al llegar a casa: soy tannn felizzzz!!!!

Y es que en el fondo no queda otro remedio que luchar por la felicidad, porque nos engañan por tos laos, así que quizá lo mejor será eso, dejarse llevar por la ignorancia y ser feliz, porque en la verdad parece radicar el sufrimiento.

La huelga de los transportistas

No salgo de mi asombro al ver/oir a parte de la población quejándose de la huelga de los transportistas. Esta huelga hace tiempo que se tendría que haber llevado a cabo. De hecho hace tiempo que se deberían llevar a cabo muchas otras movilizaciones, PORQUE NOS ESTÁN DANDO POR TODAS PARTES.

Hace tiempo que el precio de los carburantes se ha disparado. Llenar un depósito son algo así como 60 euros, y si, como yo, lo haces un par de veces al mes suponen un gasto fijo de 120 euros al mes (y no, no puedo usar el transporte público para ir al trabajo). Repsol obtuvo el año pasado 3.188 millones de euros de beneficio... alguien los habrá pagado, ¿no?. El Gobierno recaudó 18.600 millones de euros en impuestos por el carburante. Sí, sé que se destinan para otras cosas, como la Sanidad (que se merece, no un post aparte, sino un blog entero), pero es que la subida del precio de la gasolina y gasoil ha sido meteórica y no tiene visos de acabar.

En respuesta los transportistas hacen huelga. Días sin trabajar, sin cobrar y llevando a cabo una huelga criticada por la gran parte de la población. Los medios de comunicación se dedican a publicar continuamente los problemas derivados de la huelga, las peleas en los supermercados por una ensalada, el aprovisionamiento como si se acabara el mundo, las pérdidas económicas de las grandes empresas, y se olvidan de la finalidad real de la huelga y se olvidan de la inoperancia del gobierno para dar una solución.

¿El gasoil es lo único?

No, joder, no es lo único. Si es que en esta huelga tendríamos que estar TODOS. La comida está por las nubes, el euríbor es el más alto de todos los tiempos, los impuestos siguen subiendo (ahora me pagas más por las basuras, ahora me pagas más por tu vehículo, ahora esto ya no entra para la declaración de la renta,...), la energía, el gas, el agua. Se ha permitido una burbuja inmobiliaria que ha acabado por reventar, y ahora no hay quien venda un piso... nadie quiere pagar algo que dentro de un tiempo valdrá menos. Conozco personas que compraron su piso el año pasado, en el final de la burbuja y sus pisos valen ahora casi 10 millones (de pesetas) menos. Imaginad la rabia, la frustración y la cara que se te queda pagando algo que nunca recuperarás (o dentro de muuuchos años). HA SUBIDO TODO. Normal. Las empresas se han dado cuenta de que somos más tontos que Amundio (que no sé quien era, pero tenía que ser tonto un rato) y que no nos quejamos por nada.

Seguimos con los mismos sueldos, los pobres somos cada vez más pobres (yo soy pobre porque tengo una deuda de varios millones de pesetas) y los ricos son cada vez más ricos.

Las corporaciones, las multinacionales, las grandes empresas, que son las que realmente tienen el poder (me rio yo del gobierno) nos ponen la miel en los labios. Anuncios de revistas, en televisión, en los programas, en las series, en las películas. Las noticias están descafeinadas, la caja tonta es cada día más tonta, para que por ende los que la vemos seamos cada día más tontos (si cabe). TODO está contaminado para que queramos ser diferentes. Para tener el coche del anuncio, vestir como la de la serie, parecerme a la presentadora, tener el cuerpo de ese chico, la tele plana con el DVD incorporado, la marca de ropa que lleva esa famosa... y claro, para pagar todo esto hay que trabajar mucho, así que voy a intentar no perder mi puesto de trabajo, mantenerlo y competir con mis compañeros para ser mejor que ellos.
Se incita a la competitividad, al egoismo y picamos. La raza humana es social por naturaleza, sin embargo asistimos, sobretodo en occidente, a la cruel realidad de una población cada vez más antisocial y que prima las cosas materiales a las relaciones sociales.

Una sociedad que ama las cosas y utiliza a las personas en vez de amar a las personas y utilizar las cosas.

Y en todo este proceso nosotros callados, a verlas venir. Total, en la tele dicen que todo va bien. Además, mira el programa ese, el de los muertos, como se llama... Gente!! eso, Gente!!... esos sí que están mal...


Estos días se está debatiendo el tratado de Lisboa. Uno de los puntos del tratado sugiere un aumento de la jornada laboral para médicos y enfermeras a 60-65 horas semanales. España no ha votado al respecto. Se ha abstenido. Pues a la mierda se me vayan, con perdón. Que 60 horas (como enfermero que soy) las va a hacer su padre... Que es, ¿un nuevo plan anticonciliación laboral?

Así que en resumen, lo dicho. Los únicos que han tenido, de momento, el valor de salir a la calle son los que se están llevando todas las críticas, tanto de los que lo pueden solucionar como de la población de a pie.
Aún leo en algún periódico que sí, que están de acuerdo con la huelga, pero que no es la manera. Claro que no es la manera, por supuesto que no, pero ¿cuál es la manera? ¿escribir una carta al gobierno solicitando amablemente que tengan en cuenta la subida del gasoil?

Ante una huelga de este tipo, necesaria por parte de los transportistas, por estar en una situación insostenible, los únicos responsables son los que tienen que hacer algo por los afectados. Es el gobierno el responsable de determinar si quiere que la huelga, y por tanto los problemas que se derivan, dure 1 día o 1 semana.

Más conciencia social, por favor, que de verdad somos pobres y cada día más. No se crean la farándula de que pertenecemos a la clase media, que es mentira. Podemos vestir como ellos, andar y actuar como ellos, incluso llevar sus coches, pero al fin y al cabo la pela es la que manda, y en la cartilla de muchos, hay demasiadas telarañas.



Fuente: I do Things