24 jun 2009

A mí también me pegaron (y no me ha pasado nada)

Daniel: Hoy le he tenido que pegar a mi hijo, porque me ha liado una...
Antonio: Umm, pero ¿qué ha hecho?
Daniel: Pues nada, venga a tocarlo todo, yo diciéndole que lo dejara y mira, hasta que no le he pegado no lo ha entendido.
Antonio: Bueno, yo creo que ni cuando le has pegado lo ha entendido.
Daniel: ¿Qué dices? Pues claro que lo ha entendido. ¡Ha dejado de hacerlo!
Antonio: Claro que lo ha dejado, pero no porque lo haya entendido, sino porque le has pegado... Lo que ha entendido es que si hace algunas cosas que no te gustan, le pegarás. Eso no es entender que algo se puede o no se puede hacer, eso es entender que papá puede hacerle daño en algunas ocasiones y así aprenden incluso a temerte.
Daniel: Anda hombre! Si sólo le he dado en el culo... ¡ni que le hubiera dado una paliza!
Antonio: Bueno, le has hecho parar, así que algo habrá notado... a veces el problema es que acaban aprendiendo a hacer lo que quieren hacer cuando no estás delante. Incluso mienten si les preguntas para evitar el cachete... En definitiva, que aprenden a huir del cachete, pero no a comportarse bien.
Daniel: Tú no tienes hijos ¿no?
Antonio: Sí, tengo uno de dos años... creo que es como el tuyo.
Daniel: Sí, el mío tiene dos años, pero ya te digo, que si no lo hago así, no entiende nada.
Mira, más vale un cachete a tiempo, que no que luego se te suban a las barbas.
Además, a mí también me pegaron y ya ves, aquí estoy. No tengo ningún trauma.
Antonio: Hombre, tanto como decir que no te afectó... Por lo pronto te parece normal e incluso útil pegar a un niño de 2 años. A mí eso me parece suficiente como para decir que sí te influyó. Además, nadie dice que se vayan a traumatizar por pegarles... es una cuestión de autoestima y de respeto. No quieras para ellos lo que no quieras para ti. Cada vez que le pegas, te coge más miedo. Yo prefiero que mi hijo me respete porque vea que yo le respeto a él, pero no quiero que me tema, y el respeto se consigue, pero no se exige.
Seguro que sin los golpes que tus padres te dieron serías una persona diferente (mucho o poco) y con, seguramente, más autoestima y seguridad en ti mismo (mucha o poca)... ¿No crees?

Dedicado a Norm Lee y a su "Ser padres sin castigar", que se puede leer gratis aquí.

16 comentarios:

Ciudadana C dijo...

Gracias por esta entrada. La copio y pego a alguien que le va a ser muy útil.

2soletes dijo...

....Hola Armando, dí contigo buscando clásica en bebes y mas, depués volví a encontrar tu comentario en Crianza Natural donde andaba buscando información...hoy ya no he podido resistirme al ver el enlace a tu blog. Tengo que decir que eres muuuuuuuuuy grande, ojalá todos los niños pudiesen conocer esa sensibilidad tuya y todos los adultos pudiesemos aprenderla.

hasta pronto y gracias!

Jose Andres dijo...

Mi padre me pegó una única vez de pequeño:

Con 3 o 4 años yo tenía la manía de andar cogiendo todo lo que pillaba por el suelo, y lo peor no era eso, me lo llevaba a la boca, lo guardaba y me lo llevaba a casa... ya de adulto cuando hablamos de eso cuenta que intentaba hablar, razonar conmigo: lo que está en el suelo está sucio, 'eso caca', no lo hagas que es peligroso, puedes coger una enfermedad... yo no le hacía caso.

De las veces que intentaba hacerme razonar yo no me acuerdo, de cuando me pego sí.

Estabamos en el parque y ya nos ibamos para casa, al cogerme en brazos notó algo en mi bolsillo, era una jeringuilla, me la quitó, me puso en el suelo, la tiró y me dió un bofetón diciendome: no vuelvas a coger nada del suelo.

Tengo 27 años, me gano la vida honradamente, tengo novia, me voy a casar y en mi vida he pegado si quiera a un perro, pero todavía me acuerdo, gracias a una bofetada a tiempo, que no tengo que coger nada del suelo.

Esther dijo...

Es increible, que la gente que estamos EN CONTRA de pegar a los niños necesitemos "justificarnos" o se nos mire como a jipis locos o bichos raros...

Y el argumento de "pues a mi me dieron algun cachete y aqui estoy y no me ha pasado nada" me parece una GILIPOLLEZ, asi de claro, es como si yo digo "pues a mi mi marido si no tengo la casa limpia y me porto bien, me da una bofetada, pero vamos, flojita, eh, por eso no me voy a morir" Todo el mundo pensaria que mi marido es un hijo de puta y yo soy tonta, pero claro... los niños...

Josemi dijo...

No hagamos demagogia, que un marido le pegue a su mujer, o viceversa, no es lo mismo que darle un cachete (Ojo, un cachete) a un niño que en un momento dado te desespera porque no hace caso. A mi también me molesta que me miren con cara rara por llegar a la desesperación cuando mi hijo no me hace ni caso y pueda correr peligro él o alguien cercano a él. Pero si tu opción es no tocarle ni un pelo haga lo que haga, no te preocupes que no lo llamaré GILIPOLLEZ. Vuelvo a reiterar que hablo de un azotazo en el culete, no de coger la correa y pegarle un palizón, y además como última opción.

Armandilio dijo...

Josemi, si pegar a una mujer podría ser equivalente a pegar a un niño, un cachete a un niño equivaldría a un empujón a una mujer?
Supongo que podría hablarse de manera equivalente de esta manera...
Un empujón está bien a una mujer, en un momento en que te saca de quicio en una discusión?
Niños, mujeres, adultos... todos son personas y todos merecen el mismo respeto.
Un cachete es perderle el respeto a un niño, pues es humillante.
Digamos que el cachete es la descarga de energía que necesita el padre, cuando pierde la paciencia... más que como utilidad pedagógica real, pues pegar a un niño puede hacer que tema a los padres y lo menos educativo que existe es todo aquel método que haga a un niño crecer con temor o miedo (y si es a la persona que le tiene que educar, peor que peor).
Yo entiendo los cachetes, entiendo los gritos y el perder la paciencia...a menudo vivimos al límite de ella por otras cuestiones y lo acabamos pagando con el más débil. Lo entiendo porque es lo que hemos mamado de nuestros padres y de la sociedad, pero entenderlo no quiere decir que esté bien y que lo comparta. Si puede evitarse pegar (un cachete, un empujón, lo que sea) a un niño, debe hacerse. Básicamente por respeto a su integridad física y emocional.

CristianPulina dijo...

Que bonita entrada, pero te diré una cosa. No tengo hijos, tengo 26 años recien cumplidos, y yo soy del pensamiento de "Daniel" en el relato, ahora bien habria que "matizar", por ejemplo.

Creo que si tengo un hijo, lo primero que haré es intentar explicarle que está haciendo mal, y porqué...ahora bien, cuando son muy pequeños y no entienden lo que les dices y es imposible pararlos con la palabra, un cachetito creo que es lo único valido para que "entienda" que está mal, y obviamente pongo el entienda entre comillas, porque "no entiende" lo que está mal, sino que entiende que si sigue portandose asi, recibirá algo que no le gusta...

Con el tiempo, irá madurando y se tira de dialogo que es mucho mejor y más sencillo, pero lo que no se puede creo yo, es dejar hacer a los niños de esa edad lo que les da la gana, porque luego se malcrian, y es que hay niños y niños...unos muy suaves, tiernos y calmados...y otros hiperactivos y líderes sobre los que hay que estar muy encima para que no se te vayan de las manos.

Al menos así lo veo yo, y me parece muy mal que se hable de "maltrato" cuando se da el clásico cachete de toda la vida...me parece de una demagogia impresionante vaya.

Un saludo.

Armandilio dijo...

Cristian, es que no pegar no significa dejar hacer lo que el niño quiera.
Se puede conseguir el mismo efecto conteniendo, buscando alternativas (mostrando otra cosa que le guste para que deje de hacer lo que está haciendo) o simplemente con un No, no y no...
Cuanto más tiempo se comparte con los hijos más cercana es la relación padres-hijos y más fácil es dialogar con ellos y por ende más fácil que te escuchen.
Estoy de acuerdo, en cualquier caso, en que no hay que dejarles hacer lo que quieren.
Por otra parte, es cierto que hay niños diferentes y que los más movidos son los que suelen hacernos perder más la paciencia, en esos casos es necesario buscar actividades adecuadas para ellos (no tiene sentido pretender que los niños estén en casa todo el día portándose divinamente si tienen millones de calorías por quemar).
Sobre el tema del maltrato, lo siento. No me parece demagogia, porque cachete o tortazo me parece violencia igual.
Maltrato no es sólo el que machaca a su hijo a palizas, para mí maltrato es tratar mal y dar un cachete correctivo, para mí, es tratar mal a un niño, pues hay alternativas menos humillantes.

CristianPulina dijo...

Bueno, yo entiendo como maltrato, no "pegar más o menos fuerte", sino pegar reiteradamente sin razón alguna, lo cual es muestra total y absoluta creo yo de algun tipo de trastorno mental no se si transitorio o permanente en todo caso es lo mismo, para mi quien sea un maltratador merece un grave castigo y lo sacaria de la circulación de la sociedad inmediatamente.

Volviendo al caso de los niños, es muy complicado siempre lidiar con esos temas, pero conozco a muchos padres que me tienen dicho cosas como "el otro dia estaba con mi hijo en el centro comercial, y no paraba quieto, estaba molestando a una gente y queria darle la tipica palmada en el culete, pero no lo hice porque hoy dia te miran como un maltratador si lo haces...", y yo le doy la razón. Es que creo que no hay que sacar tampoco las cosas de quicio. Ni tanto, ni tampoco. Creo que en el mundo hay mucha gente buena, y mucha gente mala...y estoy seguro que en ambos bandos, hay hijos educados con cachetes y palmaditas en el culo, y con esto vuelvo a decir que no hay que sacar las cosas de quicio ni por un lado ni por el otro. Al menos, asi lo veo yo.

Armandilio dijo...

Ya, Cristian, si entiendo tu postura... pero como digo, hay alternativas para dar un toque de atención sin llegar a eso (normalmente prevenirlo, que los niños que se "portan mal" lo suelen hacer porque quieren captar la atención de aquellas personas que por lo que sea no se la están otorgando) y si ya se ha dado la situación, buscar estrategias, que para eso somos los adultos y por tanto los que tenemos más capacidad.
Hace unos días vi a una madre dando un cachete a su hijo de unos 5 años. Este se la devolvió, ella se la devolvió, él se la devolvió, ella la devolvió, él la devolvió y se alejó corriendo llorando y con cara de pavor para evitar la siguiente.
La situación era tan absurda que me pareció hasta cómida (y desoladora a la vez). La madre, persona adulta, no tenía otra manera de ejercer que dar cachetes (no eran fuertes) a su hijo y el hijo acabó huyendo de pavor.
En esa relación madre-hijo seguro que hay zonas oscuras y temores por parte del niño que pueden evitarse.
En otras palabras, el cachete humilla y hace que muchos niños teman a sus padres y a los padres hay que respetarles, pero no temerles.
Antiguamente era válido cachetear a tu mujer para que aprendiera a obrar según el hombre quería... cuando se empezó a extinguir la violencia machista apareció el término medio que decía que "hombre, pero algo podremos hacer para que no nos tomen el pelo, no?".
Ahora no hay término medio. A las mujeres no se les pega y punto. Con el tiempo esta frase se dirá con los niños también, seguro (y espero que además de esta frase llegue un tiempo en que los padres decidan aprender un poco cómo educar a los hijos, que es más difícil de lo que parece si se quiere hacer desde el respeto mútuo).

Un saludo! Te veo en tu blog! (o aquí, claro).

Ileana Medina dijo...

Acabo de descubrir a Alice Miller. No sé si la conocéis.
Hay algunos artículos de ella traducidos al castellano aquí:
http://www.screamsfromchildhood.com/articulos_alice_miller.html
También hay varios libros de ella publicados en castellano por Tusquets.
Fundamental.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Soy Pablo.

Es la primera vez que veo tu blog y ya me he subscrito para que me lleguen las novedades. Me encanta la parte de educación y de adolescencia. También la de bebés y como lo tratas.

Y según leo esta parte de pegar o no a los niños, la verdad que veo puntos a favor de los 2 argumentos.

Aunque a mi me pegaban alguna vez (cachetes digamos) y creo que eso ha hecho que yo crezca con cierto miedo a enfrentarme a mi padre y a figuras de autoridad, vamos que soy un poco cagao. Y creo que esto, junto con los gritos que también comentas en otro tema, intervienen.

Yo no tengo hijos pero me gustaría tenerlos.

Ahora, ¿Cuáles son esos métodos que dices de usar en vez de los gritos y azotes cuando son pequeños y no entienden?
Porque vale, tu le puedes decir, "no cojas eso del suelo, mira la piruleta q tengo aquí" como has dicho de enseñarle algo que le gusta. Pero ¿Eso va a hacer que no vuelva a coger algo del suelo o va a hacer que se olvide en ese momento de que quería algo del suelo?

Es decir, ¿cómo hacer que almacene en su memoria esto sí, esto no, esto está bien, esto está mal sin gritos ni azotes?

¿Castigándole? Espero vuestras respuestas y me encantan todas estas cosas.

Enhorabuena, creo que haces que el mundo cambie a mejor ;)

Armandilio dijo...

Hola Pablo, bienvenido al barco!!
Te respondo... NO LO SÉ!
Bueno, sí sé, pero la realidad es que no hay receta mágica. No hay un método x infalible. Realmente todo pasa por conocer a tu hijo y hablarle a su nivel para que entienda, más o menos, qué puede y qué no puede hacer.
Por ejemplo: en invierno la calefacción quema. A mí me sirvió ponerme junto a Jon, que entonces tendría un año y hacer que al tocar la calefacción me quemaba (ayyy, cómo quema!!), lo tuve que hacer alguna que otra vez y él nunca las ha tocado (la duda es si las habría tocado igualmente, pues tampoco le han llamado mucho la atención.
Si hablamos de coger algo del suelo, o de hacer algo que dices noooo, lo ideal es buscar algo que le distraiga. Sí se olvidan de lo anterior si consiguen algo que les gusta más. Según donde estés (si estas en una sala de espera y sabes que volverá a por ello) pues vale más ponerte a jugar con él para distraerlo.
Si se cae algo al suelo y no quieres que lo coja hay alternativas según la edad. Yo cuando era pequeñito, si se le caía un trozo de galleta, cogía uno limpio, hacía que lo cogía del suelo y se lo daba. Ahí no había educación, simplemente evitaba un llanto por no entender qué es eso de "estar sucio".
Ahora que tiene 3 años, cuando algo se cae le digo "uy, está sucio, mejor no nos lo comemos, se lo damos a las hormigas? y él me dice - siiii -" y hacemos que se lo comen.
Y si nada de esto funciona y él llora porque lo quiere, no queda más que aceptar su llanto y su frustración y decirle que le entiendes "lo sé cariño, ya sé que quieres esto del suelo y que te enfadas porque no te lo doy, pero está sucio y papá no quiere que comas cosas sucias, buscamos qué más tenemos para comer?"... Porque para ellos eso es importante, y por ello debemos dejarles expresar su emoción.
Hay más cositas que se pueden intentar... todo es echarle imaginación, leer algún libro que de ideas y sobretodo conocer a tu hijo e ir probando, porque estas situaciones se dan a menudo.

Anónimo dijo...

Soy Pablo

Muchas gracias por tu respuesta! :)

Creo que es fundamental eso que dices de dejar que expresen sus emociones y no "capar" ninguna como "venga, no llores, los niños fuertes no lloran". Como dices, creo que es fundamental dejar expresar todas las emociones.
Y más las emociones que expresan debilidad como tristeza o miedo, ya que a mi me educaron como "los hombres no lloran" y claro, luego me cuesta expresar a mi este tipo de emociones de mayor.

Cuanto más "aprendo" de la educación más me gusta, y a lavez más miedo me da tener un hijo, ya que es una tarea ardua complicada jeje, pero, si puedo, los tendré, of course! ;)

Armandilio dijo...

Pablo, ser padre y educar a un hijo es difícil, pero nadie es perfecto y lo bueno es que cuando metes la pata, tienes la oportunidad de ser honesto y pedirle perdón a tu hijo (no solo aprende el hijo, sino tb el padre).
Tu primer párrafo es de una lógica aplastante y dice mucho de ti que lo veas de esa manera incluso antes de tener hijos. Si ya ahora eres capaz de ver cómo te educaron y coger las cosas que te gustaron, las que no y sobretodo si consigues ponerte en el lugar de tus hijos (veo que sí haces esa abstracción pues veo que sí eres capaz de mirar atrás de un modo crítico) tienes mucho ganado.
En serio, con lo poco que he leído de ti, a mí si me gustaría tener un padre como tú.

Ana dijo...

Acabo de llegar a tu blog a traves de la noticia de la pareja asturiana que está retenida en Colombia, por pegar, empujar, humillar y agredir a su " supuesto hijo".En otros medios usan el supuesto para los malos tratos, yo uso el supuesto para el hijo..que seguramente ha pasado bastantes penurias afectivas, como para que encima lleguen sus nuevos " papás" a pegarle nada más conocerle.
Tengo una hija de casi 7 años, a quien jamás he maltratado, y si, una bofetada es maltratar, por una que sea.me parece muy fuerte que como son "chiquitines y no les puedes hacer razonar con al palabra, si que entienden el cachete", lo que no tenemos a veces es paciencia como padres.
Mi hija cuando era más pequeña, tenia costumbre de reptar por el suelo y tenia especial predileccion por unos enchufes ( debidamente protegidos) que quedaban sobre el zócalo.Yo le decia seria NO..no más palabras, no explicaciones, era un bebe... ella seguia avanzando, yo le volvia a decir NO veinte veces si hacia falta, y la cogia, y la quitaba de alli 20 veces más si era necesario, aunque hubiera sido más facil al tercer NO darle un cachete..pues a lo mejor, pero también mi marido a veces me desespera, y yo a el, y mi jefa es una estupida que me toca las narices, que no hace lo que yo quiero y me saca de mis casillas, pero no voy por el mundo pegando cachetes.
Qué diferencia a un niño de un adulto? por qué justificamos una bofetada a un niño porque "educa", y si mi marido me da una bofetada a mi, todos me vais a decir que me vaya a una comisaría a denunciarle??? a lo mejor a el no le gusta cómo le hablé, y si se que hablandole mal me cae una torta, pues en adelante le hablaré bien, no???
Gracias por tu blog, me ha encantado!!!