21 mar 2009

Papás: los primeros días y las visitas



Ya eres padre, ya sabías de antemano como iba a ser tu bebé, ya sabes cómo conocerle un poco mejor y a la llegada de esta nueva personita se le sucede un fenómeno llamado efecto imán que hace que vengan a veros ciento y la madre, es decir, muchas visitas, que hacen mucha ilusión (o no) pero que a veces agobian un poco.

Mi recomendación es marcar un horario de visitas, por ejemplo, hasta las 18 de la tarde barra libre (por si se alarga hasta las 19), luego se cierra el chiringuito. No creo que sea una medida muy popular, pero sí creo que es fácil de entender.

Tu pareja estará cansada, el bebé también y probablemente tú también, aunque menos.

Por la mañana suelen estar más o menos descansados, así que es buen momento para recibir algunas visitas. A mediodía no suele venir mucha gente, más que nada porque es la hora de comer. A media tarde también es un momento adecuado, pero claro, la gente está trabajando, por la novela o echando siesta, así que vienen después, por la tarde, cuando todos están ya disponibles.

Pues bien, por la tarde, digamos, a partir de las 18-19 es precisamente el momento en que el bebé y tu pareja menos ganas tienen de que haya bullicio.

El bebé se pone nervioso, tu pareja que le quiere dar el pecho pero le da cosilla porque cada vez que lo hace se apelotonan 4 o 5 cabecitas a mirar como el niño mama y a dar consejos cada uno diferente: “no niña, así no”, “haz la tijera, nena, la tijera”, “póntelo así o asá”, "estás nerviosa y le estás pasando tus nervios por la leche", “tómate una sopa de caldo de almendra con espuma de cerveza y levadura de onagra hervida y verás como te sale leche”, etc. etc. y tú ahí jijijaja con los familiares.

Todos con un calor del copón, porque aunque sea otoño y ni que sea invierno, tú puedes ir en manga corta y bermudas al hospital, que frío no pasas, y el bebé de mano en mano y tiro porque me toca.

Que esta es otra, quien vaya a coger al bebé debería ser alguien que os inspire confianza. Eso de que "los primitos quieren coger al nene", pues como que no, y el manazas de tu cuñao, ese que lo rompe todo, casi que tampoco.

Una vez pasado el primer filtro, es muy importante que se laven las manos primero. Muchísimos virus se transmiten por contacto (por ejemplo el resfriado), y un recién nacido, por su sistema inmunitario inmaduro, no debería resfriarse.

Pues bien, una vez que todos se han ido los que se quedan ahí sois tu pareja, el bebé y tú. Y los que lo pagan son ellos dos. Cansados y agobiados. Ella con ganas de llorar por algo que no sabe muy bien explicar (como se dice comúnmente las hormonas están muy revolucionadas), el bebé nervioso también porque tiene calor, quizá hasta hambre, se quiere dormir, pero como le han puesto la cabeza como un bombo no puede, por eso no se agarra al pecho y por eso sigue llorando y al final llamáis a la enfermera que piensa que son cólicos porque al atardecer es cuando les pasa y "hazle masajes así, así como las agujas del reloj" o "lo mismo no te ha subido la leche y si quieres le damos un biberón…"

¡FRENAAA!

No digo que no sean lo que comúnmente se llama cólicos (que ya no se le llaman así), ni que a tu pareja le haya subido la leche o no. Pero lo que está claro es que en la habitación hay una mujer que acaba de parir hace 24-48 horas, que se ha tirado unas cuantas horas con contracciones y que está bastante exhausta, con las hormonas a flor de piel y un humor muy variable.

Si encima ha sido cesárea ni te cuento. Se trata de la única intervención de cirugía mayor en la que nada más operarla le dan a la mujer un bebé recién nacido al que tiene que cuidar, abrazar, coger, alimentar,… y en la que tiene que poner buena cara porque chica "¡¡si solo has parido!!".

Hay además un bebé que ha estado 9 meses nadando en la paz y el casi silencio de un medio flotante. Acurrucado, acunado, a oscuras. Ahora está fuera, con un pañal atado a su cintura, con un montón de ropa, un gorro, manos que lo mueven de un sitio a otro, aire que respirar, voces, olores, risas, calor, luz,… y se ponen nerviosos, y les cuesta relajarse otra vez.

Por eso es importante escuchar los deseos de tu pareja, pregúntale qué piensa del tema antes de parir, pregúntale qué piensa el día que estéis en el embolao, cómo se siente, cómo se encuentra y fíjate en qué hace tu bebé, si se queja, si llora, si luego está demasiado nervioso y actúa en consecuencia.

Ya habrá tiempo para reuniones y actos sociales, para visitas, para abrazos, regalos y enhorabuenas. Los primeros días son para vosotros, para disfrutar de ellos, del bebé.

Que tu pareja pueda darle el pecho sin pudor ni presiones, que el bebé pueda tomarse su tiempo, que podáis estar los tres juntos viviendo ese momento y que tú puedas estar por ella ("ponme esta almohada aquí, coge al bebé un momento, dame un masajito en los pies", jejeje). En definitiva, que los dos te necesitan y si hay mucha gente vas a tener que hacer de anfitrión de las visitas y no podrás hacer tu función de soporte paterno.

Escrito originalmente para Bebés y más.

9 comentarios:

Unknown dijo...

No tienes idea de como me identifiqué con tu post, la svisitas tras mi parto fueron sin piedad, luego como mencionas sacar la teta delante de todo el mundo es penoso y más cuando es por primera vez, pero como desinvitar a la familia y amigos que acuden a verte??? Ese es el gran problema para madres y padres...

vilmati dijo...

Feliz dia armandilio!! espero no confundirme ...porque aca en Argentina lo festejamos distinto...
Que buen post...es asi. Estoy embarazada, esperando mi segundo hijo y espero esta vez con el papá resibirlo de otra manera. Con Olivia esos dias fueron un caos...y hoy vemos las fotos...tantas manos tanto lio... Hoy nos reimos pero en ese momento lo sufrí. Mal humor, llanto, auto exigencias y encima cesarea...Puf!

Cariños :)

Anónimo dijo...

Ainsssss Armando! Me has hecho revivir la angustia de esos primeros dias, ufff cuanto sufria cuando se pasaban al pequeño de una mano a otra y sin lavarse las manos!! Espero q con el segundo la experiencia nos haga parar un poco los pies, pero es tan dificil decirle a alguien q se lave las manos, o q no venga mas tarde de las 6, sobretodo si no tienes mucha confianza... Realmente pienso q en casos de partos en los hospitales no deberian permitir las visitas, o por lo menos hasta cierta hora y cronometradas... para mi esos son los peores momentos despues del parto. Un saludo

El Mundo de Ariadna dijo...

un truco que lei en un libro...crear un codigo secreto entre papa y mama, cuando la mama hace un gesto el papa entiende que ya es suficiente y se inventa algo para sacar a la gente un rato...muy buen articulo!!

Cris dijo...

Una verdad como un campano, y luego lo bueno es esto: en los paises nórdicos por donde yo normalmente ando perdida es normal que se esté en casa por maternidad un anyo. Pues bueno, las visitas llegan a mogollón (y graciosamente todas las que me llegaron cuando llegué a casa eran de los espanyoles que conocemos ahí) Bueno pues luego, cuando ya estás hecha a la criatura, cuando ya tienes una rutina y ya andas de aquí para allá no te vienen a ver ni el tato. De vez en cuando un sms para preguntar cómo estás pero vamos, que esos días que estás sin planes agradecerías alguna visita. Pues no, todas la primera semana y luego si te he visto no me acuerdo :-)

Y por cierto, otro truco que me han contado: recibir a las visitas con los pelos de la bruja avería y en pijama (nada de ropa cómoda de andar por casa, no no, en pijama) y con una sopita en la mano. La gente se queda así como que medio cortada y comentas ay lo siento, es que hoy ando fatal no se que me pasa, llevo todo el día agotada pero bueno, charlo un poquito con vosotros que me hace ilusión que veais al peque y luego os tengo que despedir para acostarme porque no me tengo de pié... La gente se queda como medio fuera de lugar y se van enseguida :-) (una amiga mía lo hizo, fue la que me lo contó y a ella atención, se lo contó la enfermera del hospital! jajajaja)

Desi dijo...

Como siempre, genial, Armando. Mira, esto que has escrito es lo que vengo recomendando a las (pocas, todavía) embarazadas que vienen al grupo de lactancia.

Incluso les sugiero que, cuando ya estén con ánimos de salir a la calle, queden con las amistades y la familia en un café. Así matan varios pájaros de un tiro: el primero, con la excusa de que el bebé es muy pequeño, se puede acortar la reunión y marcharse una en poco rato; el segundo, no tenemos que estar sufriendo porque la casa está hecha un desastre y qué van a pensar de una. Y el tercero, así nadie se te apalanca en casa hasta las tantas.

Thera dijo...

En este post reflejas una realidad, esto ocurre y ocurre en la mayoría de nacimientos y pocos son los padres que sensatos saben evitar esta situación... Te lo digo yo que he pasado por ello en dos ocasiones y en las dos el papá muy puesto acabó dejandose llevar por la maravunda familiar y la mami ala, a poner buena cara:(

Blackie dijo...

Felicidades por el nuevo bebe, es una monada.
Armadillo estoy muy interesada por el tema de los celos entre hermanos, ¿podrías hacer un post para contarnos que tal lo llevan los nuevos hermanos ? Y las cosas que habeis hecho para facilitarles la convivencia. Sería muy util e interesante
Gracias

Anónimo dijo...

Lamentable, el día que se suponía más feliz de mi vida, cuando ya tenía a mi niño en los brazos, fue el peor día de mi vida, con diferencia.

Aún hoy, después de 7 meses, se me saltan casi las lágrimas...

Tras 3 días con contracciones, casi sin dormir ni comer, un parto largo y cansado que acabó a las 5 de la mañana y luego, de la emoción y los nervios, de domir nada de nada... me esperaban 2 días de visitas ininterrumpidas...

Al final, a las 7 de la tarde, acabé echando a las típicas tías abuelas pesadas de la habitación...Menudo drama!!! La familia casi me deshereda, mi madre se echaba las manos a la cabeza y mi suegra... en fin mi suegra.

Si tengo otro hijo lo tengo claro: visitas las justas.

Más aventuras y desventuras de una madre primeriza en http://ahoralamadresoyyo.blogspot.com/