Hace unos días puse esta encuesta en el blog:
Vas en el coche y el semáforo se pone ámbar.
a) Aceleras, entre que los otros semáforos se ponen verde y los coches arrancan me da tiempo.
b) Me paro, el color ámbar indica que debo aminorar pues se va a poner en rojo.
El resultado, no muy fiable por la cantidad de participantes en la encuesta, fue de 4 votos para la opción a y 8 votos para la opción b.
Yo voté la a (espero que la poli no venga a casa a multarme...) porque cuando voy solo en el coche, que es la mayoría de las veces, voy siempre con el tiempo justo. Mira que me levanto temprano, pues es igual, aunque un día diga "me levantaré cinco minutos antes", saldré a la misma hora de casa y llegaré siempre justito al trabajo.
Eso sí, cuando voy con el resto de familia, que no solemos ir con prisa a ningún sitio (a no ser que hayamos quedado, entonces siempre iremos con el tiempo justo...) respeto el disco ámbar como el que más ;P.
La encuesta es muy chorra, ya lo sé, pero me da pie a comentar cosas de educación vial, y sobretodo una señalización que siempre da la razón al que piensa en ella, seas peatón o conductor. El paso de cebra.
Cuando voy en coche suelo parar en los pasos de cebra en los que hay personas para pasar. Así me lo enseñaron en la autoescuela, pero claro, para eso tienes que ver al peatón... si no lo ves o si vas un poco rápido y no te da tiempo, difícil parar.
Pues bien, en mi ciudad hay una calle de doble sentido un poco larga en la que los peatones se tiran literalmente a la carretera. Pero literalmente, no los ves venir. De repente aparecen ahi en medio dos tios, o una mujer con el carrito del coche, o una abuela con el carro de la compra, unos niños... claro, tú que lo sabes ya vas a una velocidad prudencial, pero es igual, en más de una ocasión te toca frenar cuando no lo esperas, momento en el que te viene a la cabeza eso de: J*der, ya sé que tienes preferencia, pero al menos echa un ojo para ver si viene alguien!
Este situación se revierte cuando soy yo el peatón. Tengo "clichaos" dos o tres pasos de cebra en los que no para ni Dios. Casualidades de la vida hay que cruzar uno de ellos para ir al centro desde mi casa, y siempre que salimos a dar un paseillo vamos al centro. O pasas por él, o das una vuelta que pa qué. Pues cuando me convierto en peatón soy el primero que salto al paso de cebra y digo: J*der, que tengo preferencia, podríais mirar un poco si hay alguien para pasar!!
En resumen, que estés desde donde estés, en un paso de cebra siempre tienes cómo quejarte. No quiere decir que siempre tengas la razón, pero razón para quejarte sí.
(siento lo chorra que es este post y el tiempo que te he hecho perder leyéndolo...pero había que comentar la encuesta, no?)
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