28 jul 2011

¿Y si al final de todo me hiciera homeópata?



Después de varias entradas hablando de homeopatía y expresando todos los argumentos que he podido aglutinar e incluso después de ir a la TV3 a hablar acerca de las terapias alternativas sigue escribiéndome gente, tanto por las redes sociales como por correo para explicarme que a ellos les funciona y que estoy equivocado (a veces estoy incluso muy equivocado).

Es decir, después de explicar todo lo explicado y demostrar que no hay lógica por donde coger a la homeopatía, sigue habiendo gente que cierra los ojos a las evidencias mostradas, algunas científicas y otras que nos hacen recordar la química del instituto, y confirma que, sea como sea, funciona.

Pues bien, como en Catalunya la sanidad está a punto de desmoronarse (después vendrá el resto de España, pero aquí parece ser que hemos querido ser pioneros), pues ya hay hospitales cerrados y EREs en camino en los que aún permanecen abiertos, y dado que parece que el futuro es la privatización de la sanidad y ninguno tenemos el puesto asegurado, he pensado que podría abrir mi propia consulta de algo que domino un poco: ¿y si al final de todo me hiciera homeópata?

En el programa de TV3 al que acudí hace una semana pude escuchar a una homeópata decir que hay cerca de 6.000 homeópatas titulados y trabajando a la luz y otros 6.000 titulados (o no, porque total, da lo mismo), trabajando “en negro” (yo diría que se refería a España).

Algunos de ellos serán personal sanitario y otros no, pero a día de hoy, como la homeopatía no está regulada, puede ejercer quien quiera. Tú te montas una consulta en tu casa (que parezca una consulta, porque si parece tu casa igual queda feo), pones abajo en el portal una placa con tu nombre y “Homeópata” y ya está. A esperar que vayan viniendo.

Yo soy enfermero y podría poner “Enfermero homeópata”, que me distinguiría como alguien que tiene más estudios que muchos de los homeópatas con consulta, sin embargo, como la gente cree que los homeópatas son médicos (no todo el mundo lo piensa, pero muchos sí), casi me iría mejor no poniendo nada.

Mis tarifas

Soy una persona sensata y de igual modo que no me gusta que me estafen no me gusta estafar a los demás. He pensado que podría tener unas tarifas un poco más bajas que el resto de homeópatas, aunque no mucho más, porque podrían pensar que sé poco.



Pensándolo mejor, creo que cobraré un poco más que los demás y así la gente pensará que sé mucho. Lo que haré es, de vez en cuando, regalar alguna visita: “María, hoy no le cobro, que estoy muy contento por cómo le está funcionando la medicación a su hijo y para mí eso es lo primero… venga cuando quiera”. Así me aseguro que volverán y me aseguro también los turrones en Navidad (ya sabéis, la gente para Navidad suele regalar cositas a las personas que les hacen sentir bien).

Medicando, que es gerundio

Todos saldrán con algo: gránulos, glóbulos, pomada… lo que haga falta, pero que sea homeopático, claro. A la gente le encanta sentirse bien tratada y les gusta sentir que te preocupas por ellos y por sus hijos, así que tiene que parecer que me interesa la salud de las personas. Les diré, de vez en cuando: “para esto prefiero de momento no darte nada… vamos a esperar a ver si se le soluciona porque creo que con un poco de suero para los moquitos y un poco más de agua lo arreglaremos” y si la cosa no va bien, pues medicamentos al canto: “mira, creo que está yendo a peor. Casi mejor le damos esta disolución y… no, espera, vamos a por todas, venga, disolución 30 CH… no suelo utilizarla en niños porque me gusta ser más precavido, pero esto no le hará ningún daño y seguro que logramos que su cuerpo responda”.

Pero por si acaso, que vayan al médico

La medicina que todos conocemos y la homeopatía son incompatibles. Repito: son incompatibles.

Muchos homeópatas, para abarcar más radio de acción, se están sumando al carro de “las terapias complementarias”, para decirle a la gente que no tiene por qué elegir entre una y otra cuando puede utilizar las dos.



Sin embargo es un sinsentido, porque la homeopatía trata las enfermedades con las sustancias que provocan los síntomas que uno padece y la medicina convencional lo hace, normalmente, utilizando un contrario.

Si un niño tiene fiebre lo lógico es darle un medicamento que baje la fiebre. La homeopatía, en cambio, ofrece como solución una sustancia que aumenta la temperatura corporal, pero diluida hasta el infinito (y más allá).

No tiene sentido que alguien le de a un niño paracetamol para bajar la fiebre y que acto seguido le dé Belladona, que la provoca. Por eso no entiendo que haya médicos homeópatas o pediatras homeópatas, a menos que estén haciendo la misma reflexión que yo: estás un rato con la gente, les atiendes, les escuchas como nadie lo hace (casi nadie quiere escuchar los problemas de los demás, sino contar los propios), les haces sentir importantes y luego te sacas una pasta por darles caramelitos de azúcar y agua.

Entonces, como yo estoy en el grupo de profesionales que creen que lo que cura de verdad es la medicina convencional y como no me perdonaría que a alguien le sucediera algo por venir a mi consulta, haré lo que hacen algunos homeópatas (traidores de Hahnemann y sus postulados, traidores de la homeopatía), que es permitir que ambas medicinas coexistan.

Si me llama una madre y veo que el niño está chungo, le diré que vaya al pediatra, pero que luego venga a verme para darle algo que le suba las defensas y algo para paliar los efectos secundarios del jarabe que le ha dado el pediatra. Esa visita la cobraré baratita… que no se sienta estafada, que me vea como ese ángel salvador que piensa en los niños y en su bienestar y no en llenarse la cartera.

Y si me vienen a la consulta y veo lo mismo, que la cosa está difícil y que la salud del niño corre riesgo (otitis, laringitis, bronquitis,…), haré lo mismo: “mira, esto puede curarse con homeopatía, pero tardará mucho y el niño lo va a pasar mal… ya sabes que la homeopatía a veces es muy lenta. Te recomiendo que lo lleves al pediatra y te voy a dar algo para complementar ese tratamiento y algo para evitar los efectos secundarios”.

¿Cómo lo veis?

Como veis está todo ya bastante pensado… voy dándole vueltas a ver cómo podría ser la consulta y de qué color tiene que ser la bata, que es importante. De momento ya tengo cinco títulos de Boiron, que es más de lo que tienen muchos homeópatas que ejercen (y eso que me los saqué todos en una mañana). Tres de ellos los habéis podido ver a lo largo de esta entrada.

¿Qué os parece? ¿Me hago homeópata? Total, ya me sé todos los argumentos a favor y en contra, así que estoy preparado para todo, hasta para los escépticos que no creen en la homeopatía y a los que les interesa dejarla mal porque detrás hay unos intereses económicos de las grandes farmacéuticas bestiales… ¿no dicen que el mejor policía es aquel que fue ladrón?

Publicado originalmente en Bebés y más.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantó tu entrada, yo también soy enfermera y no entiendo cómo hay "médicos homeópatas". Ahora me quedó más claro xD

Anónimo dijo...

No, no lo son. Me refiero a la medicina alopática y la medicina homeopática. Tú mismo has explicado en una entrada anterior que a menudo un placebo funciona igual de bien que un medicamento. Vale que un remedio homeopático no te va a curar un cáncer, pero si estás a tratamiento de quimioterapia y a mayores te vas al homeópata porque te ayuda a sentirte bien psicológicamente, eso es tan importante como el tratamiento alopático.

Te lo digo porque a una de mis amigas el psiquiatra la convirtió en un despojo drogadicto (sí, costaban muy baratas y las compraba en la farmacia con receta, pero seguían siendo drogas) que dormía 18 horas al día, pero nunca consiguió averiguar que el problema que a mi amiga le causaba una depresión de caballo era que había sido víctima de maltratos serios en su infancia. Su padre había sido un maltratador y el síndrome de estrés postraumático derivado de esa situación era lo que le estaba arruinando la vida. Como el homeópata la escuchaba, ella misma fue desenredando la madeja y al final salió todo a la luz.

Anda que si no llega a ir al homeópata y sigue con la medicación psiquiátrica... que no sirvió PARA NADA. Solo la drogaban.

María

Anónimo dijo...

Una duda que tengo: ¿entonces por qué en Francia la homeopatía sí está regulada, y la practican médicos que, después de dus 7 años de estudios, han hecho una especialidad? Son médicos y además, homeópatas, y creo que algo, saben.

Alicia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Armandilio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Armandilio dijo...

He eliminado el comentario anterior porque era yo, que tenía otra cuenta de google en el ordenador...

A María, decirle que es cierto, la medicina que se hace hoy en día está muy despersonalizada por una cuestión de tiempo (5 minutos por paciente no dan para más) y porque muchos profesionales no han sabido tratar de otra manera a las personas.

Esto quiere decir que necesitamos una alternativa: una medicina mejor. Médicos que traten mejor a la gente, que tengan tiempo para atenderte y que te escuchen. Sólo escuchando se curan un montón de cosas...

Sobre si son compatibles, no, no lo son. Si tengo insomnio, el médico me dará algo que me sueño y el homeópata me dará café diluido. Ambas cosas son incompatibles. Ahora, que si la eficacia de la homeopatía no se basa en lo que te tomas, sino en el rato que estás con alguien que te escucha (un psicólogo, digamos), pues entonces sí es compatible, claro, porque no tomas nada realmente.

A la otra persona anónima, decirle que una de dos: o en Francia son muy tontos, que se creen esto de la homeopatía y se confirma que por primera vez España les supera en algo, o son muy listos, que dan homeopatía para aquellas cosas que se curan solas, estando financiada por el estado en un porcentaje muy bajo. Es decir, si te dan homeopatía te financian muy poquito de lo que te tomes. Si te dan paracetamol, el estado paga mucho más... pues te doy homeopatía, te curas igual y encima gasto menos.

Con respecto a los médicos homeópatas, es un misterio, la verdad. Yo también me pregunto cómo puede ser que una persona que ha estudiado 7 años se crea semejante cuento. Supongo que esto viene a demostrar que no por ser médico o por tener una carrera una persona es más inteligente.

Miriam dijo...

Buenas noches, he dado con tu blog por casualidad, y no he podido evitar leer tu opinión sobre la homeopatia. Tengo un niño de 26 meses, que pocas veces estuvo enfermo, siempre he optado por los remedios caseros, naturales, llamalo la botica de la abuela, jeje el caso es que igual que siempre se ha aconsejado poner cebolla cortada en la habitación cuando tienen tos, no entiendo que haga "daño" unas bolitas que sean de allium cepa, que para el caso, es mismo. Disculpa mi ignorancia y te lo digo con todo mi cariño, si esas bolitas son tan malas, por que las dan? y por qué funcionan?
Quizás tantos medicamentos recetados por los pediatras tampoco sean buenos, tu crees que hace falta recetar aerosoles de ventolín a diestro y siniestro en menores de 20 meses? yo creo que a veces no se paran a pensar en que son niños, bebes, a los que se les está medicando demasiado, en exceso y no creo que eso sea tampoco lo mejor.
Seguiré tu blog, me gusta tu manera de opinar, aunque no comparta alguna cosa.
Un saludo
http://menos1000ymas30.blogspot.com

Armandilio dijo...

Hola Miri, te contesto... hay remedios caseros muy válidos, como el que dices de la cebolla, pues funciona (la cebolla irrita las mucosas, nos hace llorar, soltar moco y hace que la garganta se humedezca, eliminando un poco la tos). El problema es que le des a tu hijo bolitas de allium cepa, porque aunque se llama como la cebolla no es lo mismo, porque le estás dando unas bolitas que no contienen nada, absolutamente nada de allium cepa. Tú crees que le estás dando cebollita en bolitas y sólo le das azúcar. El niño se cura igual, porque los resfriados se curan solos, lógicamente.

Sobre lo otro que comentas, totalmente de acuerdo, muchos medicamentos no son buenos, muchos no son necesarios y muchos niños se van con inhaladores que podrían no necesitar. O sea, que sí, los médicos tendrían que intentar hacerlo mejor, sin duda. Pero claro, eso no hace buena la homeopatía...

De todas maneras, muchos de los comportamientos de los médicos vienen porque muchas madres quieren dar algo a los niños. Hay un pediatra en mi CAP que apenas da medicación, intenta convencer que no hace falta, que es normal... pues son pocas las madres que están contentas con él, las hay, pero pocas, porque cuando van con otros pediatras del centro, salen con jarabes, más felices que unas pascuas.

Miriam dijo...

Gracias por tu respuesta y agradezco que seas tan sincero, yo por suerte tengo una de esas pediatras (que ademas es madre y te aseguro que eso se nota)que no le gusta dar medicación asi como asi, es mas, cuando la he hablado de algún jarabe de otras mamas siempre me dice lo mismo, no está demostrado que sean tan efectivos como dicen en menores de "X" meses, asi que yo no se lo daría, va a tardar lo mismo en curarse..
Me encanta esta pediatra, es respetuosa con el desarrollo del niño, ni siquiera le preocupan los percenteliles (no es que no le preocupen, no vaya a pensar la gente que le da igual todo, pero si mi niño esta en percentil 4 de peso, y yo y su padre somos delgados y altos, pues eso, que igual es de familia jeje).
Conclusión, parece que las bolitas no tienen nada mas que azucar, así que ahora como le explico al niño que ya no se las doy?? jeje vaaale, cambiaré esas bolitas por otro placebo menos costoso y seguiré poniendo la cebolla.
Un abrazo

Armandilio dijo...

Jajajaja, ahora el problema es con el niño? Pues sí, claro... busca algo más barato e igual de inocuo, si quieres.

Y tu pediatra, sí... de las pocas que prefiere no medicar, tienes suerte.

Miriam dijo...

Hola, queria comentar una cosa... mi niño esta con toses, en una situación normal le habría dado sus bolitas de homeopatía, peeero despues de pasar por aqui he decidido no darselas para "ver que pasa".. asi que mi niño tiene la misma tos , el mismo cuadro, y sin bolitas.. conclusión.. pues ya no se las vuelvo a dar, son caras y me hacen el mismo efecto que los caramelos de anisistos de colores jeje

un abrazo

Armandilio dijo...

Pues nada, a aguantar la tos... mi pequeño anda igual. Después de 11 meses sin coger nada se ha resfriado estos días y no parece querer soltarlo. Lleva más de una semana con moquitos y tos, aunque ya está mejor.
Bien de agüita y algún jarabillo para la tos los días que más tosía de noche.

Elara dijo...

Vengo de la web bebesymas.com y sólo venía a decir: GRACIAS!

Llevaba cierto tiempo desesperada y cabreada de leer tonterías por todas partes: homeopatía, flores de Bach, aromaterapia... por fin alguien dice alto y claro en una web dedicada al embarazo, parto y bebés que la homeopatía es un timo!!

Como supongo que recibes más críticas que agradecimientos, aquí dejo el mío. Te seguiré a partir de ahora.

Armandilio dijo...

Gracias Elara.
Si es para cosas banales, pues oye, no pasa nada porque muchas cosas se curan solas, pero si es para cosas más serias, son ganas de hacerlo pasar mal a los niños...

maria dijo...

Que opinion te merece las terapias basadas en la medicina tradicional china tipo acupuntura o shiatsu? gracias.

Armandilio dijo...

Hola María, pues más o menos la misma opinión que me genera la homeopatía, porque ni una ni otra (acupuntura y shiatsu) han sido capaces aún de demostrar que son mejores que un placebo (aunque al parecer sí hay algunos estudios para alguna cosa concreta, en el caso de acupuntura, que parece arrojar algunos resultados algo mejores).

Ahora bien, los que practican este tipo de terapias son personas tranquilas, calmadas, afables, que te escuchan, que te hacen sentir bien, relajado, etc. Derivan tu mente a otro estado, te hacen creer que es posible vivir de otra manera, te pueden ayudar a cambiar hábitos, puedes creer que puedes curarte y en definitiva te hacen sentir bien.

Sentirse bien es una de las mejores maneras de curarse o de simplemente vivir bien. Así que no negaré nunca que los homeópatas, acupuntores y otros pueden beneficiar de algún modo a la gente. Ahora bien, que les cure por lo que hacen, pues no.

Por eso para mí, lo mejor no es que exista esta gente, que además cobra un pastón por hacerte nada, sino que los médicos y enfermeros que practican la medicina aprendan de ellos cómo deben tratar a las personas.