7 sept 2009

Afirman que se pueden tener orgasmos en el parto



Cuando hablamos de parto siempre nos viene a la cabeza aquel momento extremadamente doloroso en que un bebé atraviesa el canal del parto hasta salir al exterior.

Son numerosas las técnicas y las recomendaciones para tratar de paliar ese dolor y hacer del parto un momento lo más placentero posible.

Sin embargo hablar de un parto placentero suele ser una manera de decir "creía que sería peor" y al parecer algunas mujeres son capaces de tener un orgasmo en el momento de parir, dando así al término placentero un significado mucho más real.

La explicación biológica, según los estudios iniciados por la Dra. Beverly Whipple en 1989, es que la presión que ejerce la cabeza del bebé en el sistema nervioso pélvico estimula muchos de los puntos que tienen un papel determinante en los orgasmos vaginales, cervicales y de clítoris.

Durante el parto, además, se produce más oxitocina, la hormona del amor que se segrega también en más cantidad cuando estamos enamorados, con las personas que nos hacen sentir bien y cuando mantenemos relaciones sexuales.

Me habían dicho que esperara un parto doloroso, sin embargo yo estaba preparada para una sensación de éxtasis sexual, algo así como la misma sensación producida por la penetración; agachada sobre mis rodillas tomé al bebé que venía desde mi vagina a este pequeño mundo a través de mis piernas en medio de un extraordinario orgasmo, extraído de They Don’t Call it a Peak Experience for Nothing, por Ruth Claire.

Las cuatro claves que explica Yvonne Fullbright, sexóloga, para lograr disfrutar al máximo del momento del parto son superar los temores, asumir que el embarazo no es un obstáculo para la vida sexual, estar dispuesta a abrazar la idea del placer sin límite durante el parto, y no poner barreras psicológicas a la llegada del momento.

Si repasamos un poco el momento del parto estaremos de acuerdo en que forma parte de la sexualidad de la mujer y de esta manera pensaremos que, por qué no, algunas mujeres pueden vivirlo con placer hasta el punto de tener un orgasmo.

Sin embargo es complicado pensar que pueda suceder a muchas mujeres por la dificultad de eliminar los temores y las barreras psicológicas como sugiere la Dra. Fullbright. Un parto está visto socialmente como algo doloroso y poco placentero y a pesar de ser un acto sexual la intimidad es muy pobre.

Esta falta de intimidad hace que a muchas mujeres les cueste desinhibirse y les cueste entrar en el estado emocional y psicológico adecuado para que la naturaleza siga su ritmo (¿alguien se imagina manteniendo relaciones sexuales con una multitud de personas alrededor intentando controlar el ritmo, la respiración o la postura?).

Quién sabe, quizá algún se devuelva a las mujeres el poder sobre su cuerpo y lleguen a tener partos más respetuosos y placenteros.

Os pongo un vídeo (en inglés) como muestra de un DVD llamado Orgasmic Childbirth (Nacimiento orgásmico) que habla de este tema:



Fuente: 20 minutos

Para saber más: Pariremos con placer (Casilda Rodrigañez), Unassisted birth (en inglés)
Foto: Flickr (Torsten Mangner)

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece muy curioso este artículo e interesante y a la vez un poco difícil de creer sinceramente.

Supongo que a cualquier mujer que haya dado a luz y le digan esto dirán con lo que duele, lo último que me daba a mi es un orgasmo, pero bueno, lo consultaré jeje.

Supongo que el pensar que estás teniendo un orgasmo con tu hijo viniendo al mundo es un poco..."raro". También, como dice, el hecho de tener "público" y que no sea muy íntimo. Siendo médico o matrona, o enfermero, supongo que no podría evitar una risa si una mujer está dando a luz y empieza a tener un orgasmo.

No me lo creo mucho esto la verdad, pero bueno, es curioso. :)

Un saludo.
Pablo

marta dijo...

Pues de verdad, sí que daría yo todo por haber tenido un orgasmo durante la dilatación con oxitocina... que a mí, sinceramente y sólo en presencia de mi marido me provocaba dolorosas contracciones, nada que ver con un orgasmo. A lo mejor es porque mi hijo ni echó un vistazo al canal de parto, esperó a que le sacaran por cesárea, que es más cómodo para él.
No sé como es en otros hospitales, pero en la Paz, fuera de cuentas ya... nos llevaron al paritorio-sala de dilatación y allí pasamos bastante tiempo solos en compañía de la oxitocina, la matrona y la gine se pasaban, pero vamos que nos dejaron intimidad suficiente. Y que conste, que yo sí que me relajé porque una vez con la epidural, hasta me quedé dormida, vamos, que dejé los complejos fuera del hospital, sin remedio, porque con todas las personas que te exploran antes y después como para andarse con pudores.
El caso es que estoy embarazada otra vez, y no por los orgasmos que tuve la primera durante la dilatación. Le diré a mi marido que se prepare, que lea, que se instruya, que se forme en como puede hacer del momento paritorio algo mucho más inolvidable de lo que ya suele ser... ;)
No te acostarás sin saber una cosa más...
Un saludo.
Marta

Armandilio dijo...

Yo supongo que pasará con algunas mujeres contadas.

Pablo, no olvidemos que parir forma parte de la sexualidad de la mujer, si concebir un bebé con un orgasmo es algo normal, porqué no podría serlo parirlo con otro orgasmo?

Yo no lo veo raro, pero sí inusual y como dice marta, ojalá todos los partos fueran un orgasmo...

Si como enfermero lo viera, fliparía por ver a una mujer disfrutar del parto de esa manera.

Pequeñas Cosas dijo...

lo que hay que oir!! hay gente para todo supongo... lo cierto es que hay personas que no sufren el dolor de las contracciones, y si es así, entonces no sería tan raro que tuvieran un orgasmo.... no sé no sé.
Armando, acabo de aterrizar en tu blog a través del de mamá pediatra, y me ha encantado! te he puesto un link en el mío para seguir leyéndote

Anónimo dijo...

ay, con lo que me dolió a mí parir, no me creo lo de los orgasmos ni de lejos, ni he oido a nadie nunca que le pareciese placentero parir. Otra cosa es que el entorno fuera agradable o que la sensación fuese bonita por estar dando a luz a tu hijo. Pero de ahí a sentir placer... nada de nada. Y soy defensora del parto respetado y todo, pero para creerme lo del placer primero tendría que conocer en persona a alguien a quien le haya ocurrido.

Thera dijo...

Es curioso el articulo... aunque después de haber parido me parece un poco extremista todo esto de los orgasmos durante el parto, en mi caso estaba preparada para un parto natural, fué muy muy bonito pero también sentí dolor en algunos momentos, pero de hay a tener un orgasmo yo lo veo un poco difícil, además coincido en que una no está tampoco en un momento de mucha intimidad digamos...

Mamá dijo...

uuffff... no me creo nada!

La verdad es que casi me enfada que se pueda hablar de orgasmo y placer en el parto y que se achaque a miedos y barreras psicológicas un dolor tan real y físico, que para mi fue insoportable.

Yo fui al parto pensando en que dolería, por supuesto, pero no creí que tu cuerpo, haciendo algo tan natural como parir, podría producir tantísimo dolor... Para mi fue realmente insoportable... si queréis leer la crónica de ese día aquí está: http://ahoralamadresoyyo.blogspot.com/2009/04/el-parto-futuras-parturientas-absenerse.html

Entiendo que todos somos diferentes y que cada uno vive las cosas a su manera y que es muy inteligente intentar trabajar para minimizar el dolor, pero sinceramente, esto me parece un tanto...frívolo??? no encuentro otra palabra mejor.

Besos

Begoña

Caro dijo...

Uy, Begoña, aún no me he leido la crónica de tu parto, pero ya que la mencionas, voy a renglón seguido.

A mí también me resulta difícil de creer, claro, pero creo que efectivamente es porque nuestra visión y nuestra experiencia actual del parto es la que es. Estoy segura de que hace 500 años o 2000, o 10.000, no era ni parecida... y aunque no soy antropóloga ni de lejos, pongo mi mano en el fuego a que era mucho mejor que ahora.

No puede ser un orgasmo igual que cuando se hace el amor, sencillamente porque los estímulos son diferentes, pero seguro que podría ser algo parecido.

A mí me encantaría sentirlo, por supuesto, y tampoco me importaría ser espectador de uno... menuda experiencia...

Armandilio dijo...

Yo os recomiendo leer el libro de Casilda Rodrigañez que hay en este mismo post en la parte de Más información, desvela bastante y te hace pensar hasta qué punto las mujeres han sido manejadas y despojadas de su auténtico cuerpo y de su sexualidad.

Caro dijo...

Eso, eso, tú recomienda más cosas... de dónde saco yo el tiempo??? jajaja... el pobre santo de mi terremoto, que se está echando una siestaza de dos horas pa que su mami lea todo lo que quiera... allá voy.

mely mel honey miel dijo...

hola a tod@s!! con todos mis respetos para todos los partos y sin querer ser frívola, yo afirmo: mi parto fue orgásmico y me he visto reflejada en el vídeo. eso sí, hice un gran trabajo de visualización, meditación y proyección y parí en casa con dos matronas súper profesionales q nos respetaron al máximo hasta el punto de no hacerme ni un tacto, simplemente escuchándome...
recomiendo tb para quien lea en inglés los libros de la matrona ina may gaskins. saludos!

Caro dijo...

Mely, yo leí el relato de tu parto en el blog de Mimos Y Teta y me emocioné... otra vez vuelvo a darte la enhorabuena, no nos conocemos de nada, pero me alegro mucho por tí.

Anónimo dijo...

En fin, quién sabe. Antes (y no hace muchos años) a las mujeres les resultaban muy dolorosas las relaciones sexuales. Y allá por finales del siglo XIX se confundía la frustración sexual femenina con histeria y se llamaba al médico para estimular manualmente a la mujer y provocarle un orgasmo (aunque no sabían que esto era así, claro, porque no se creía que una mujer decente y sana pudiera tener deseo y placer sexual), que curaba esa crisis de histeria.

Creo que estamos confundiendo otra vez sexualidad femenina y sexo (coito), que no es lo mismo. Pensamos en parto orgásmico como placer sexual producido por un hombre y las sensaciones que relatan estas mujeres no son exactamente así. Ellas dicen que se puede parir con placer. Yo sí me lo creo. Porque no es lo mismo parir a tu aire, en un entorno seguro, respetando tu cuerpo, que parir en un hospital, con tropecientas personas dando órdenes, pinchándote, enchufándote drogas y medicamentos que incrementan el dolor o lo anulan artificialmente y con cero intimidad.