19 mar 2008

El Manual de Instrucciones de Jon

Dicen que los bebés no llevan Manual de Instrucciones. Qué gran error. El mío, como todos los demás, lleva uno, por supuesto. El problema es que no nos han enseñado a entenderlo. Es más, nos han enseñado a que aunque creas que lo entiendes, no es así.

Os cuento como fueron los primeros meses con nuestro hijo, Jon, para que veáis el porqué hablo del manual de instrucciones...



Jon nació mediante cesárea. Hizo bradicardias tras la administración del pack Epidural-Oxitocina y pensaron que tenía una vuelta de cordón que se las provocaba (luego aprendimos que lo de la cuerda de cordón es un mito y que las bradicardias se producen en gran parte por la Oxitocina administrada). Esa noche, la de su nacimiento se atragantó varias veces... "Se atraganta con su saliva!!" pensábamos.


Manual de Jon

Introducción

El nacimiento (por cesárea)

Bienvenidos papá y mamá a mi nacimiento. Tras alrededor de 12 horas de espera y contracciones por parte de mamá he estado esperando el momento de salir, pacientemente, por esa puertecita a la vida que mamá me ha estado abriendo durante todo el día, poco a poco. He esperado tranquilamente, puesto que después de 9 meses ahora no me viene de unas horas. Tengo unas ganas locas de veros, supongo que vosotros pensáis lo mismo que yo.

Os agradezco mucho que estéis esperando, sólo una objeción, me he más o menos colocado para salir y me ha costado un poco. Le he provocado un poco de molestia a mamá a ver si se animaba a caminar un poco para ayudarme a colocar y a poner mi cabecita en esa puertecita que se abre para invitarme a salir, pero mamá ha estado tumbada y así me ha costado más hacerlo. Sin duda se tarda más así...

De repente no se que ha pasado, parece que esa paciencia se ha agotado y he empezado a notar unos movimientos fortísimos en mamá que me han aprisionado totalmente, durante unos segundos, sin siquiera darme tiempo a recuperarme, ya que cuando ha cesado esa sensación, inmediatamente ha aparecido de nuevo. Me he empezado a encontrar mal, muy mal, como mareado, y al rato, he notado que me sacaban de mamá, pero no por donde yo quería salir, sino que me han cogido y alejado de la puertecita. Ha sido todo muy raro.

Como ha sido diferente y no he podido salir por donde necesitaba para, entre otras cosas, sacar todo el líquido que tengo dentro, la primera noche os avisaré a menudo porque me iré atragantando. No os asustéis, pero por favor estad por mí. Voy a hacer lo que pueda para sacar todo este líquido amniótico que tengo dentro, pero me va a costar y quizá os de algún susto. No es mi intención.

Esa noche casi no dormí. Las dudas, los nervios y Jon atragantándose continuamente... Acojonao estaba yo!!! echando líquido amniótico toda la noche. Ese líquido que habría expulsado en el canal del parto donde los bebés se "estrujan" antes de nacer preparando sus pulmones para un nuevo tipo de supervivencia, la respiración.

El alimento

Recuerdo lo difíciles que fueron los inicios de la Lactancia Materna, las tomas eran muy largas, a Myriam le hacía daño y para colmo le habían aparecido grietas. No sabíamos el porqué y al ir al Centro de Atención Primaria no sólo no nos ayudaron, sino que intentaron minar nuestra confianza diciendo que Myriam no tenía leche y que quizá sería recomendable darle una “ayudita”.
Las molestias al mamar y la duración de las tomas fue la lección 1 del Manual de Jon.

Manual de Jon

Lección 1

Lactancia Materna

Mamá, no puedo mamar bien. Hago lo que puedo. Siento hacerte daño, pero me cuesta tanto recibir tu lechecita... ten paciencia, no soy como la mayoría de los niños, algo impide que succione tal y como sé hacerlo, de veras que lo intento, pero mi lengua no sale más de lo que puede, se queda corta. Sólo te pido que me quieras por ello y que dejes que siga luchando por conseguir este alimento tan maravilloso que me das, este cariño, pese a que te hago daño.

Jon tenía anquiloglosia. Este término tan raro significa tener el frenillo de la lengua demasiado corto. No podía sacar la lengua y la succión al mamar se hace principalmente con la lengua. Todavía no sé como lo hizo el pobre para poder alimentarse. Bueno, sí sé que parte de culpa la tuvo mi santa mujer, que pese al dolor, pese a la duración de las tomas, aguantó y siguió con ello. No dudó ni un momento. Confieso que yo también debí ayudar, porque no paraba en casa.
Al mes de vida le cortaron el frenillo y lo que era una pesadilla se convirtió en una maravilla. Jon empezó a mamar como un experto succionador. El dolor fue desapareciendo y Myriam vio el cielo. Entonces me acordé que en el Hospital nos dijeron: Tiene el frenillo corto, pero tranquilos, que esto no afecta para nada. Pues menos mal que no afecta para nada, que si llega a afectar!!!

El sueño y los brazos

Jon dormía en nuestra habitación, en el moisés junto a la cama. Cuando se quejaba lo cogía y lo ponía junto a su madre para que mamara. Al acabar la toma, con mucho cuidado, lo volvía a dejar en su moisés, y así hasta la toma siguiente.
Me regalaron el Duérmete Niño del Dr. Estivill, pero Myriam me dijo que no le gustaba ese método de dejar llorar al niño. Yo pensé que hombre, que no debe ser tan malo, si lo hace todo el mundo...
Recuerdo que una madre me dijo que lo iba a intentar, pero que los días que su marido no estaba en casa se metía al niño en la cama. Pensé, uff! Ya la has cagao!
De día nos pedía brazos constantemente, era dejarlo en la cunita y al ratito llamaba nuestra atención. El entorno nos decía que no lo cogiéramos, que lo malcriábamos, que demasiados brazos, que se acostumbraba... Pensé que estábamos criando a un niño mimado y consentido que nunca sabría estar sólo por un momento. Menos mal que me equivocaba y que lo que parecía estar haciendo mal, lo estaba haciendo bien.
Aprendimos a hacer las cosas con una sola mano. Jon en un brazo y la otra limpiando, recogiendo el lavavajillas, poniendo la lavadora, tecleando en el ordenador, comiendo. Hasta lo llegamos a llamar nuestro pequeño satélite.Por la noche el método seguía siendo el mismo, con una diferencia. Yo cada vez me quedaba más dormido, más confiado y Jon cada vez se quedaba más tiempo en la cama. Luego nos sentíamos fatal. Toda la noche en la cama!! Esto no puede ser. Y a la noche siguiente intentábamos que no sucediera de nuevo.
Esto supuso la lección 2 del Manual de Jon.

Manual de Jon

Lección 2

La hora de dormir

Papá, Mamá. He estado 9 meses en el vientre de Mamá. Os he oído hablar a los dos, sobretodo a mamá, claro. Cuando ya era grandecito empecé a jugar ahí dentro. No podía veros, pero sé que estaba con vosotros. Para que me vierais daba golpecitos y patadas en la barriga de mamá, y recuerdo que os quedabais esperando callados hasta que yo lo hacía otra vez. Entonces reíais y os oía decir: Lo has visto!!
Me encantaba jugar con vosotros.
Yo estaba calentito en la barriga de mamá, disfrutaba cuando mamá salía a pasear porque me mecía, y a menudo me dormía.
El día que nací lo pasé mal, muy mal. Tuve frío, lloré, me hicieron cosas muy extrañas. Me pincharon, me metieron tubos por todas partes, no estaba con vosotros y yo os necesitaba. Un rato después de nacer papá me cogió en brazos y me sentí muy bien, pero luego estuve otra vez solo, abriendo y cerrando la boquita, buscando algo que me ayudara a estar más tranquilo, quería el pecho de mamá para calmarme, para que me diera seguridad. Quería estar con ella.
Os quiero tanto que quiero estar siempre con vosotros. Me da miedo estar sólo, porque no conozco este mundo en el que vosotros vivís. Cuando me dejáis en la cunita, dormido, a pesar de estar abrigado, siento frío. Siento soledad. No os veo, no os huelo, no os presiento, no soy... sin vosotros, yo no soy.


Necesito sentirme seguro y a gusto para saber que mientras duermo todo va a estar bien. Sé que vosotros sabéis que voy a estar bien, pero a mi me cuesta entenderlo en esta gran superficie acolchada que no me deja veros. Sé que estáis ahí. Os oigo respirar, pero no sé hasta qué punto estáis pendientes de mí y yo necesito que me toquéis, que me sintáis y sentiros yo a vosotros. Os necesito. Por favor, comprendedme, ponéos en mi lugar. Acabo de llegar y me siento solo.

Suerte que al final entendimos la lección 2 de Jon y llegó el día en el que decidimos no marear más la perdiz. Para qué vamos a estar con el moisés entra-sale-entra-sale, si estando todos juntos en la cama vimos que dormíamos mejor y que no teníamos que estar pendientes de volverlo a meter en el moisés.
El sentimiento de culpa, de estar haciendo algo mal sobrevolaba nuestras mentes (sobretodo la mía). Myriam leyó en un foro que había un libro que estaba muy bien de un tal Carlos González, Bésame Mucho. Lo compró y lo leyó, y luego lo leí yo.

Por fin entendí... por fin aprendí... por fin me di cuenta que sí, que habíamos hecho bien siguiendo las lecciones de nuestro hijo. Que habíamos hecho bien en seguir nuestro instinto, en escuchar sus necesidades. Entendimos que sí tienen ese Manual de Instrucciones incorporado y que sólo has de saber leerlo. Lo que eran preocupaciones y dudas se transformaron en seguridades y felicidad.
Ahora Jon tiene 2 años. Toma el pecho cuando quiere y yo disfruto viéndole mamar. Sé que socialmente no está bien visto, “un niño tan grande”, pero también sé que el amor que tiene Myriam por Jon, Jon por Myriam y yo por ellos se debe a esta relación de 3. La lactancia materna tiene mucho que ver en eso, pero más lo tiene nuestra predisposición a aprender, a hacer tábula rasa y empezar de 0 con esto. Yo estudié varios años antes de ejercer mi profesión, ¿porque no iba a estudiar para ejercer como padre?

En el CAP casi ni nos conocen, la Lactancia Materna ha ejercido su influjo protector y sólo vamos a las revisiones y a veces hasta nos sentimos obligados.

Sabemos de los beneficios de la lactancia materna y sabemos que además de amor, consuelo y cariño, le proporciona defensas (sí, el Actimel también, pero el Actimel cuesta dinero y no da amor, además es contraproducente darlo de manera continuada). Y disfrutamos de todo ello porque somos un trío. Vivimos juntos, disfrutamos juntos, comemos juntos, dormimos juntos porqué la habitación de matrimonio no es tal. Es la habitación familiar. Y la cama, es la cama familiar. Jon tiene una habitación para él, puede ir cuando quiere, puede jugar ahí y en ella tiene una cama que le espera para cuando él decida que quiere dormir sólo. Siempre dicen que los niños necesitan su espacio y por eso tienen que estar en su habitación. Yo no sé si Jon necesita su espacio, porque siempre va con nosotros por decisión propia. Pero si un día lo necesitara, lo tiene.
Si alguien me preguntara qué pienso de la paternidad le respondería que es algo maravilloso, sólo si decides que debe serlo. Si dejas que tu hijo aprenda a su ritmo, si intentas entenderle, si captas el mensaje y te das cuenta de que lo que pide es porque lo necesita, porque precisa de nuestro amor, de nuestro contacto, de nuestro calor, puede ser algo maravilloso.

Si en cambio piensas que te toma el pelo, que te pide las cosas sólo por conseguirlas y que te está engañando, ser padre o madre será una tortura, pues se convertirá en una batalla continua que debe ser realmente agotadora. Y en una batalla sabemos que uno gana, pero el otro pierde. Y el que pierde no suele ser feliz, y menos si siempre pierde el mismo.

Gracias a mi hijo disfruto de él, de mi trabajo como enfermero, y gracias a él lucho por una sociedad que está olvidando que las personas, además de dinero, necesitan amor y comprensión (si no lo ha olvidado ya...).

Hay más lecciones en el Manual de Jon, de momento con estas dos que comento me doy por satisfecho, por ser las más importantes, pero ya digo, ahora que tiene dos años, seguimos aprendiendo cada día de él. Tiene tanto que enseñarnos...

Todos los niños tienen un Manual, ahora sólo falta que los padres sepan entenderlo.

Para aquellos a los que les cueste, el libro Bésame Mucho de Carlos Gonzalez, es un traductor fabuloso de Manuales de Niños. Lo recomiendo MUY MUCHO.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso. ¡Suerte que has tenido, Jon! Y tus padres de disfrutarte, ¡claro! Enhorabuena por tu blog, Armando.

Lorién dijo...

Me encanta, voy a dedicar una entrada en mi blog a este tema y al de las frases útiles para neutralizar a los "consejeros" pro biberón.

Con tu permiso enlazaré tu blog.

Gracias y sigue así. Me encanta tu estilo.

Armandilio dijo...

Gracias a ambos!! Lorién, me he dado un paseito por tu blog y está fenomenal!!!

Solo he mirado la portada pero cuando tenga un rato lo veo más a fondo.

Un saludo!!

Sol dijo...

Es precioso, tierno, sentido... no quiero parecer cursi, pero es taaan bonito.

Anónimo dijo...

hola a los tres, tengo encima a mi nuevo "satélite", se llama Ariel y tiene 1 mes, soy de las que tecleo el ordenador con una mano desde hace 1 mes... ahora tecleo y me limpio las lágrimillas porque caen en la carita de mi niño y como está dormido se despierta... me ha encantado descubrir tanto cariño, tanta ternura y tanto sentido común. Me he emocionado y disfrutado por igual. Gracias y muchas felicidades por vivir la paternidad y la maternidad con los pies en el suelo. Gracias a Jon por enseñaros tanto y a vosotros por atender sus enseñanzas y compartirlas, os dejo que se me despierta....

Armandilio dijo...

Enhorabuena Pilar por tu nuevo satélite (y bienvenida al club de los padres con un sólo brazo).
Me alegro de que te haya gustado.
Espero seguiros viendo por aquí a Ariel y a ti y que disfrutes tanto de él como yo disfruto de Jon.
Un besazo!

Anónimo dijo...

...y hoy me leí "como te cambia la vida" mientras Ariel desayuna de nuevo... o no... o se duerme en brazos..o no.. o es feliz...eso sí, y me ha encantado y ha vuelto a emocionarme y a hacerme sonreir y a asentir con la cabeza delante del ordenador...¡¡cómo nos cambian la vida y...qué bien!!
Gracias, un abrazo para los tres...pero con un solo brazo que Ariel sigue con el pecho...

Unknown dijo...

Me encanto, yo tambien creo que los niños son seres indefensos y solo nosotros podemos darles lo que necesitan "AMOR".Lo mio es un poquito mas complicado tengo dos satelites y por ello es doble tambien mi felicidad,mis gemelas (SHILAT Y LIEL) acaban de cumplir sus 18 meses y sigo levantandome cada mañana pensando solo en satisfacer a mis niñas. Felicidades y un beso para JON