17 jun 2009

Bienvenidos al planeta Tierra




Ex-E.T. – video powered by Metacafe


Cuatro estudiantes de la Universidad de Cine ESMA de Montpelier, en Francia, han creado este cortometraje de ciencia ficción bastante bueno.

En tan solo 9 minutos deja varios mensajes para que los recojamos y valoremos nuestra manera de vivir y nuestra manera de cuidar y tratar a los niños.

En el vídeo vemos un mundo perfecto lleno de simetría, de orden establecido, de “personas” viviendo vidas idénticas convencidas de que es lo mejor. Un “niño” (entrecomillo porque son extraterrestres) tiene la osadía de jugar y de salir de esa monotonía social, es decir, se atreve a actuar como un niño.

Por ello, por no ser como los demás, por tener unas inquietudes diferentes o por querer vivir de otra manera es tratado de anormal (entiéndase anormal como no normal o fuera de lo habitual), sometiéndole a varias pruebas cognitivas que acaban con una medicación para situarlo en el papel de sujeto pasivo y normal, en consonancia con la sociedad.

No he podido evitar comparar esta escena con los cientos de niños con problemas conductuales derivados de situaciones sociales o familiares que les desestabilizan (o niños con el carácter suficiente para seguir siendo niños a pesar de los dictados adultos) que son diagnosticados de Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y medicados con Metilfenidato (Rubifen o Concerta), que actúan a nivel del sistema nervioso central como si realmente estuvieran enfermos.

Es algo así como una lucha para que el niño sea igual que los demás cuando él se siente diferente. Es evitar que sea único, es no dejarle experimentar desde lo que siente, es apagarle la luz.

Al final del vídeo la historia da un giro maravilloso. Todo lo que hemos visto y que hemos asociado a nuestro comportamiento en la Tierra resulta ser una especie de sub-mundo perfecto que envía a todos los sujetos distorsionantes al planeta tierra en forma de recién nacido.

Esos niños extraterrestres con necesidad de luchar por ser ellos mismos y con un fuerte carácter para defender sus convicciones son enviados a la Tierra en forma de nueva oportunidad para abrir los ojos a sus padres y a los que ya habitan en ella, para cambiar una sociedad que se derrumba (o a mí me lo parece).

Lástima que a muchos de los niños que llegan les acabamos por tratar igual que del lugar de donde vienen, perdiendo así la oportunidad de permitirles cambiar el mundo.

Fuente: Flixxy
Escrito originalmente para Bebés y más

6 comentarios:

M dijo...

el video estaba precioso Armando, pero me ha dejado con el corazón encogido :(

gracias por ponerlo

Ciudadana C dijo...

He puesto el vídeo a mi hijo y a mi pareja. Para mi ambos son especiales y creo que era importante que supiesen que para mi ser especial es ser mágico, único y diferente y que les respeto por encima de lo que la sociedad o el entorno quiera intentar...
Quiero agradecerte de nuevo tu gran sensibilidad, tu manera de querer y cuidar a los tuyos y tu manera de transmitir esto a los demás, o al menos a mi. Cada vez que la rutina intenta aplastar esos sentimientos, recuerdo el post que escribiste sobre tu hijo y siento que es así como debe quererse a un niño...

Armandilio dijo...

eMe, la verdad es que no sé cómo lo puedes guardar...
gemma.a, me alegro que os guste a todos.
El niño que tiene la libertad y el cariño para ser él mismo disfruta de la vida como el niño del vídeo.
El problema es que algunos niños crecen con poca libertad y con cariño, digamos, limitado (o él lo siente así) y crecen haciendo lo mismo que el niño del vídeo, pero con otra finalidad.
El primero busca aprender y ser él mismo, el segundo busca ser visto.
El objetivo tiene que ser siempre que nuestros hijos sean los primeros, los que crecen únicos y llenos de cariño.

SopitaSeca dijo...

Es la primera vez que me meto en tu blog y tengo que decir que el video me ha encantado! Me parece precioso, en cuanto pueda se lo pondré a mi chico para que lo vea.
Un saludo! Ya tienes a alguien mñas que te va a seguir ;-)

Coquitos22 dijo...

Uno de mis hijos es como el niño extraterrestre: diferente, creativo, con ganas de verlo y hacerlo todo. Hiperactivo, según su profesora, que ya lo ha catalogado de desastre escolar. Pero no, me niego a creerlo y que él lo crea. Es, simplemente, que él ve las cosas de otra manera, y va a cambiar el mundo, lo sé.

Anónimo dijo...

Hola Armandilio,
Es la primera vez que escribo en tu blog y se que este es un post del año pasado pero no he podido evitar al leerlo acordarme de una anécdota de mi infancia.
Ahora tengo 30 años, esto paso cuando tenia 5: estaba en parvulitos y la profesora nos entregó a todos los niños un folio con una gran flor para que la pintáramos, mis compañeros cogían ceras y pintaban los pétalos de un color y el centro de la flor de otro, quedaron flores de todo tipo: azules con el centro en verde, moradas con el centro rosa...pero yo, que era (y soy) atrevida e imaginativa pinté cada pétalo de un color diferente y el centro amarillo, me sentía orgullosisima de mi hermosa flor y con toda la ilusión del mundo se la lleve a la mesa de la "seño", la muy arpía me miró como si fuese una endemoniada y me llevé un rapapolvo monumental porque "había pintado algo que no existía", "¿donde has visto tu una flor así?, yo, que pese a todo era dócil y complaciente (como son tantísimos niños), agaché la cabeza avergonzada y contrariada, tenia ganas de llorar mientras escuchaba como la profesora me decía que al día siguiente cuando todos los niños se fueran a sus casas yo me tendría que quedar para pintar la flor "bien".
No se muy bien que le diría a mi madre, pero se que ella se quedó con la cosa de que me tenia que quedar a terminar una ficha, no le conté los detalles del suceso.
Al día siguiente me quedé, la (estúpida) profesora (que aun hoy sigue ejerciendo y los que hemos pasado por ella la llamamos sarcásticamente "la pedagoga") me puso el dibujito delante, tardé un tiempo en decidirme por los colores, finalmente le pinté el centro negro y los pétalos rojos- hago un inciso para analizar mi elección de colores inconsciente, ella pensó que había pintado una amapola pero, ¡que curioso!, a mi me parece ahora que cogí dos colores que expresan enfado y rabia- me dio la "santísima bendición" y me fui a la calle donde me esperaba mi madre...cuando le conté con pelos y señales lo que había pasado casi le da un patatús y me dijo "mira hija, pinta las flores como te salga de las narices que te salen muy bonitas, si lo llego a saber no te quedas".
Me sentí muy satisfecha y reafirmada.

Aún hoy, cuando le recuerdo esto a mi madre se le sale la vena del cuello y me dice "será gilipo**as".

En fin, que de esas tengo varias y de frustraciones infantiles y de sentir ridículo y de que te corten la espontaneidad...afortunadamente en mi casa siempre tuve apoyo...y ya pueden venirle a un niño hordas de "pedagogas" que si sus padres lo alientan llegará a la edad adulta con sus facultades intactas.
Un abrazo